Cuba prioriza inversiones en turismo, petróleo, minerales y energía
La Habana, 15 dic. – El turismo, el petróleo, la minería y la energía son sectores priorizados en el desarrollo de la inversión extranjera en Cuba, inmersa en el proceso de actualización del modelo económico del país, divulgó hoy el semanario Opciones.
Entre las perspectivas de la inversión extranjera en la Isla destacan promover exportaciones y sustituir importaciones sobre la base de la eficiencia, reducir el desbalance externo y propiciar aceleradamente el desarrollo industrial y agropecuario nacional.
También busca el crecimiento del Producto Interno Bruto, potenciar la exportación de servicios esencialmente de la salud y de bienes como productos del mar, médico-farmacéuticos y biotecnológicos.
En cuanto al turismo, las oportunidades de negocios abarcan proyectos en la actividad hotelera, entre ellas la construcciones de capacidades de alojamiento y contratos de administración hotelera, e inversiones para el desarrollo inmobiliario vinculado a campos de golf.
La actividad petrolera incluye contratos de exploración a riesgo en la zona económica exclusiva de Cuba en el Golfo de México y en tierra y aguas someras.
Tales labores van dirigidas a incrementar la producción de hidrocarburos y la recuperación de pozos ya explotados, las cuales corren a cargo de la empresa cubana Unión Cubapetróleo o de asociaciones de esta con entidades foráneas.
El objetivo fundamental es la obtención de energía a partir de fuentes alternativas como la eólica y la bioeléctrica, y el desarrollo de la producción de minerales técnicos con alto valor agregado.
Esas operaciones se efectúan a través de contratos de alto riesgo para el reconocimiento y la investigación geológica de metales preciosos (oro y plata) y otros base (cobre, plomo, zinc) en diferentes regiones.
También mediante la constitución de empresas mixtas para la construcción y operación de parques eólicos destinados a la generación eléctrica para el mercado interno, y el desarrollo de entidades de este tipo para instalar plantas bioeléctricas.
Tales actividades contribuyen a disminuir la importación de combustibles fósiles destinados a generar electricidad y cubrir la demanda de la nación antillana.