nacionales

El pueblo angolano jamás olvidará el coraje y la generosidad del hermano pueblo cubano

Discurso del presidente de la República Popular de Angola, José Eduardo dos Santos, en el inicio de las conversaciones oficiales con el Presidente de la República de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz. Luanda, Angola. 5 de febrero de 2009, Año del 50 Aniversario del triunfo de la Revolución.

Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba;

Señores miembros de las delegaciones angolana y cubana;

Señores y Señoras:

El presidente Raúl Castro y su delegación llegaron ayer a nuestra patria el día en que celebramos, por feliz coincidencia, el aniversario del inicio de la lucha de liberación nacional contra el colonialismo.

Su presencia hoy aquí, querido compañero Raúl Castro, trae a nuestras memorias algunos de los momentos trascendentales de esta gesta, en la cual la acción solidaria de Cuba fue determinante, tanto en el plano civil como militar, para la proclamación de la independencia de Angola y para la organización del nuevo Estado y su administración.

En vísperas del día de la independencia, el pueblo angolano fue abandonado a su suerte por la potencia dominante, sin cuadros y sin recursos, enfrentando una complicada guerra contra los enemigos poderosos. En ese momento sumamente difícil, Cuba envió a Angola sus mejores cuadros que ayudaron a los angolanos en la lucha por la defensa de la soberanía y la integridad de las fronteras nacionales.

El pueblo angolano jamás olvidará el coraje y la generosidad del hermano pueblo cubano, de sus amigos y compañeros de historias difíciles, y rinde eterno homenaje y profundo reconocimiento a todos los que combatieron y se sacrificaron por la libertad y la dignidad.

Este también es el año en que Cuba celebrará el cincuenta aniversario de su Revolución, demostrando que fue capaz de resistir todas las agresiones y amenazas, reafirmándose como un país respetado en todo el mundo por su enorme capacidad de trabajo y espíritu de sacrificio. En todo ese proceso fue decisiva la existencia de un liderazgo claro y firme, en el cual siempre se destacaron el compañero Fidel Castro Ruz y su Excelencia.

Sabemos que, como en el pasado, siempre podrán contar con la amistad y la modesta solidaridad de Angola en la lucha del pueblo cubano por el derecho de escoger su destino con honor y dignidad.

Aún guardo en mi memoria las discusiones que tuve con su Excelencia y con el compañero Fidel Castro, que tuve el placer de volverlo a ver en La Habana. Aprovecho esta ocasión para desearle mejorías y un rápido y total restablecimiento, y reitero nuestra voluntad de estrechar nuestros lazos de amistad y cooperación bilateral.

Su primera visita a Angola como Jefe de Estado nos permitirá hacer un balance detallado de nuestra fructífera cooperación, que retomamos durante mi visita a Cuba. Podremos concluir los acuerdos que no fueron firmados en esa oportunidad y ver detalladamente las perspectivas posibles en nuevos sectores de cooperación común.

Realmente debemos aprovechar la complementariedad que existe entre nuestras economías y estudiar la posibilidad de fortalecer nuestros lazos en esferas como la industria, la construcción, la enseñanza superior, la investigación científica, la salud, la cultura y otras.

Excelencias; señores y señoras, la actual crisis económica por la cual atraviesa el mundo y que también afecta a nuestros países, es una situación que tenemos que manejar para que no afecte nuestro programa de cooperación. Esa crisis nos debe recordar que nadie posee la verdad absoluta y que más que intentar imponer sus regímenes y modos de vida a todos los demás, lo importante es que cada pueblo encuentre las soluciones más adecuadas según su etapa de desarrollo.

En Angola nunca dependimos de nadie y siempre preferimos con mayor o menor dificultad definir el camino a seguir, estableciendo nuestras metas a corto, mediano y largo plazos y los métodos para alcanzarlas, movilizando a los ciudadanos y a las instituciones para materializarlas.

Cuba también fue siempre modelo de independencia y coherencia en el camino que escogió, y, a pesar del aislamiento al cual fue condenada debido al anacrónico y absurdo bloqueo económico, nunca dejó de garantizar un mínimo esencial a todos sus ciudadanos, logrando resultados extraordinarios en las esferas científica, educacional y otras. En esa similitud de destinos, cada uno de nosotros establece las vías que considera racionales para la apertura económica a un mundo multipolar y para la construcción de una sociedad cada vez más democrática y moderna.

Querido compañero Raúl Castro, deseo que en su visita a Angola pueda escuchar a los angolanos y a los compañeros cubanos residentes aquí, que de manera conjunta continúan enfrascados en el de-sarrollo de nuestras relaciones de amistad.

Sea usted bienvenido.

¡Viva la amistad entre Angola y Cuba!

(Tomado de Granma)