Desde un evangelio vivo consolidó su vocación
Su juventud va adornada con lucidez y responsabilidad. Respetada y respetuosa es Oriselis Francis Hernández, ella tomó para siempre el camino del magisterio, “y estaré en él hasta que no pueda más”.
La escuela “La Demajagua”, en el poblado Cándido González, de este municipio Santa Cruz del Sur, fue el plantel donde transcurrieron sus estudios primarios. “Desde tercer grado siempre dije que quería ser maestra”.
Ángela Patato fue la educadora que se volvió espejo admirable para esta maestra en formación, la enseñó a pronunciar las vocales y las consonantes, unirlas para formar palabras, leer, tomar el lápiz correctamente, amar los libros y la naturaleza.
“Las clases de esa 'profe' eran maravillosas, llevó nuestro grupo hasta el cuarto grado, concluido ese curso se fue para Camagüey y nunca más supe de ella. Siempre nos estimulaba a tomar esta carrera, su dulzura para mí será siempre inolvidable", refiere con un cierto aire de nostalgia.
Oriselis ejerce su labor en el plantel “Fabricio Ojeda” en la cabecera municipal santacruceña. El aula que le fue asignada está muy cerca de la puerta de entrada a ese centro; su voz suave emite el mensaje que educa, sabe llegar y recibir el cariño por su bondad y rectitud contagiosas.
A sus 20 pequeñines de cuarto grado les imparte Lengua Española, Matemática. El Mundo en que Vivimos y Educación Laboral. Todas estas asignaturas las planifica y se auto prepara adecuadamente para jamás improvisar, pues ésto no va con los buenos educadores.
Todos sus alumnos la escuchan con los ojitos ansiosos, cada día de clases quieren saber más, preguntan y siempre reciben la respuesta correcta y adecuada a su edad. Les habla de la reforestación, del cuidado que se debe tener con los animales, la protección del Medio Ambiente, el respeto y la fidelidad a los héroes, mártires y máximos dirigentes de la Revolución.
El verde del pizarrón se vuelve más esperanzador desde el momento en que la tiza da sus giros bienhechores. Entre la ortografía, los análisis matemáticos y las nuevas palabras…los días transcurren fructificándose en la sabiduría.
Su primera experiencia en ese colegio fue con educandos de tercer grado,”ahora están en quinto, no se olvidan de mi, me llaman por mi nombre o me dicen 'profe'”, manifiesta con una sencilla sonrisa.
Martí, Félix Varela, José de la luz y Caballero, Enrique José Varona, Fidel, son sus guías, esta joven no entiende de cansancio, su ímpetu se yergue para ser más culta y útil. Agradecida y consciente de las limitaciones que se afrontan en el ramo educacional por el bloqueo que no cesa, impone su ingenio, la creatividad y la voluntad que deben siempre brotar de los maestros.
Cursa el tercer año de la licenciatura, junto a siete compañeras y un compañero. Los jueves se preparan para los temas que van a defender en el quinto año de la carrera, sus aportaciones servirán de mucho a este sector.
Los viernes y los sábados reciben orientaciones metodológicas relacionadas con las materias que les darán a los educandos de quinto y sexto grados el venidero calendario escolar, período en la que su experiencia será un poquito mayor, y la calidad de sus clases también.
Los niños son su razón de ser, el empeño la distingue, “llevo dos cursos con ellos, entre nosotros existe una buena relación, nos entendemos muy bien y nos entregamos amor de manera recíproca”.
Desde un evangelio vivo consolidó su vocación. Oriselis quiere alimentar bien, con el pan de la enseñanza, a las presentes y futuras generaciones. Su sagrado deber ahora en los inicios y durante el transcurso del tiempo llevará la dulzura creadora que le dejó en su niñez Ángela Patato y tantos otros que como ella contribuyeron con su decisión.
Santiago SantaCruz (Cronista Unión de Historiadores)
Cortesía para Radio Santa Cruz
18-12-009