Tabaquismo. ¿Para qué?
Amanece este 31 de mayo con la convocatoria a no fumar, sin embargo millones de personas en el planeta siguen aferradas a tal vicio, perdiendo salud, matando sus vidas entre humo y nicotina, afectando a su vez a esos fumadores pasivos que aspiran las largas bocadanas, en parques, centros de trabajo, casas, en cualquier ámbito cerrado o abierto, sin pagar por eso un centavo, pero restándole años al calendario sin siquiera saberlo.
Todos los que en Cuba llevan una cajetilla en los bolsillos desobedecen el acuerdo que en el 2005 aprobó el Comité Ejecutivo de Consejo de Ministros con el propósito de imposibilitar se quemen cigarrillos o sus análogos en lugares públicos cerrados.
No juzgamos a los que tienen este dañino vicio, sólo deseamos que reflexionen con nosotros cuánto perjuicio ocasionan a sus seres queridos, compañeros de trabajo y conocidos.
Sí pueden parar. Ahora es el momento de decirle un definitivo adiós a la adicción, sin vuelta atrás. Los ejemplos están, ¿por qué no seguirlos? Cuánto se evitarán si lanzan el tabaquismo al olvido definitivo.
Eduquémonos mejor, si hay hábitos haciendo grietas, no podemos ser indiferentes, si usted persiste en encender el cigarro, entonces pague el humo y su daño. Piense por un minuto: humo y nicotina, ¿para qué?
Santiago SantaCruz
Cortesía para Radio Santa Cruz