Denuncia Khaddafi complot foráneo contra Libia y urge defenderla
Trípoli, 23 feb. – El líder Muammar El-Khaddafi atribuyó las manifestaciones opositoras en varias ciudades de Libia a un complot diabólico de Occidente, y urgió a la población a defender los logros económicos y sociales de su gobierno.
Alertó que las manifestaciones opositoras desatadas desde hace una semana en Trípoli y en ciudades del interior como Benghazi están "sirviendo al diablo", y acusó de "traidores y cobardes" a quienes pretenden llevar al país al caos y "humillar" a sus ciudadanos.
En una extensa alocución televisiva, el mandatario orientó que "a partir de esta noche los jóvenes llevarán un brazalete verde en señal de fidelidad y de defensa de la revolución", y prometió que "lucharé hasta la última gota de sangre seguido por el pueblo".
El-Khaddafi remarcó, por segunda vez en el día, que sigue al frente de la revolución, y apuntó que "moriré en Libia como un mártir", pero descartó huir a otra nación forzado por las mayores revueltas callejeras que enfrenta en sus casi 42 años de mandato.
Instruyó que se creen milicias ciudadanas para garantizar el orden, y que éstas deberán actuar en coordinación con los comités populares, instancias leales a su gobierno y diseminadas por todo el territorio junto con las fuerzas de seguridad.
Esas estructuras -añadió- deberán defender el petróleo de Libia, los proyectos de promoción de vivienda y otros logros de la revolución, y "a partir de esta noche tienen que empezar a arrestar a estos ratones", en referencia a los opositores.
Aseguró que la inmensa mayoría de la población lo respalda y describió a los que le exigen dimitir como "jóvenes que se emborrachan y consumen drogas", contrastándolos con una juventud "patriótica" que será la llamada a salvar al país, según dijo.
"Libia está en peligro, nuestra soberanía está en peligro", enfatizó sosteniendo un ejemplar del Código Penal del país mientras leía varios artículos que estipulan la pena de muerte para quienes traicionen, pongan al país al servicio del extranjero o atenten contra el gobierno.
Dirigiéndose a los ancianos y a los padres, les pidió que saquen de las calles a sus hijos, en el caso de los que se manifiestan contra las autoridades y, según afirmó, realizan actos vandálicos y violentos.
El mandatario rechazó renunciar y alegó que carece de palacios, dinero y cargo oficial del cual dimitir. "Sigo siendo el líder de la revolución", acotó al pedir a sus seguidores que "si aman a Muammar El-Khaddafi, salgan y aseguren las calles".
"Tienen que ser valientes, son millones y ellos son 100 individuos, tienen que volver a las calles, restablecer el orden", arengó.
Igualmente, arremetió contra los medios de difusión que en su opinión han distorsionado la verdad de lo que ocurre aquí, con una alusión especial para "una televisora árabe que nos ha traicionado".
Sin embargo, en su discurso admitió la gravedad de la situación y los reportes que indican que los opositores tomaron el control de Benghazi, la segunda ciudad del país, y otras localidades, además de mantener paralizados puertos y aeropuertos en distintas regiones.
Medios noticiosos no oficiales manejan la cifra de hasta 300 muertos por los enfrentamientos entre partidarios y detractores de El-Khaddafi, pero el hijo de éste, Saif Al-Islam, reconoció ayer que al menos 100 personas perdieron la vida en los choques.(PL)