Playa Girón, símbolo de derrota de invasión a Cuba

Playa Girón, símbolo de derrota de invasión a CubaLa Habana, 19 abr .- El aniversario 49 de la victoria de Playa Girón es recordado en Cuba por la derrota en 1961 de la invasión de tropas mercenarias, entrenadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

El plan de la incursión armada fue aprobado por el presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower, quien el 17 de marzo de 1960 ordenó iniciar el reclutamiento de los mercenarios de origen cubano, que desembarcaron por la occidental provincia de Matanzas.

Según documentos históricos, a cada uno de ellos se le ofreció 225 dólares mensuales, más 50 adicionales por el primer hijo y 25 por los restantes. En total se destinaron inicialmente 4,4 millones de dólares, cifra que después se multiplicó.

La CIA estableció 13 campamentos de entrenamiento diseminados por Guatemala, Nicaragua, Estados Unidos y bases militares norteamericanas en Puerto Rico y la zona del canal de Panamá.

Diez días después de las elecciones en Estados Unidos, el 18 de noviembre de 1960, la CIA impuso al presidente electo John F. Kennedy los pormenores del plan y este aprobó la idea.

El 15 de abril de 1961, mientras la agrupación naval mercenaria navegaba rumbo a Cuba escoltada por buques de la Marina de Guerra de Estados Unidos, ocho bombarderos B-26 pintados con insignias de la Fuerza Aérea cubana, bombardearon dos bases de la aviación y un aeropuerto civil.

Posteriormente, en el sepelio de las víctimas del ataque, fue proclamado el carácter socialista de la Revolución y se decretó el estado de alarma de combate para el país. En esta fecha se celebra cada año el Día del Miliciano.

El desembarco de la denominada Brigada 2506 comenzó el 17 de abril y la misma reunía características similares a las unidades de asalto anfibio de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Tenía unos mil 500 hombres armados, tanques y artillería de campaña.

Las fuerzas cubanas estaban integradas por combatientes del Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria, pero el grueso eran milicianos voluntarios con escasa o ninguna experiencia combativa. En particular los tanquistas y artilleros habían recibido el armamento apenas semanas antes.

Dirigidas personalmente por el líder de la Revolución, Fidel Castro, las tropas cubanas no dieron tregua al enemigo y a las 17:30 hora local del 19 de abril, la invasión estaba sofocada.