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Si hay algo que celebrar, es la victoria del pueblo cubano

«La Revolución Cubana ha estado revolucionándose siempre, pero en un escenario de constante asedio económico, político, ideológico, mediático. «No estamos hablando del bloqueo de los años 60, 70, ni el de los 80, hablamos de un bloqueo totalmente recrudecido, y si estamos aquí todavía, es porque hemos sido capaces de revolucionar en medio de esa situación. Y estoy convencido de que de esta situación compleja que tenemos hoy en lo económico y lo social, también vamos a salir, precisamente así, revolucionando».

Fue esta una de las respuestas que el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ofreció a la prensa que dio cobertura al trabajo voluntario en que participó el mandatario este domingo, junto a un centenar de estudiantes y jóvenes trabajadores de diferentes sectores, en áreas de la granja agropecuaria 16 de Abril, en Bauta, provincia de Artemisa.

Los reporteros solicitaron la opinión de Díaz-Canel sobre las campañas de estos días en torno al primer año de las manifestaciones del 11 de julio de 2021 y acerca de las recientes medidas del Gobierno de EE. UU. para sancionar a funcionarios cubanos. «Lo que están haciendo es un ridículo tremendo», dijo.

«A veces muchas sanciones de esas es la mención, no dan ni el nombre de a quienes están sancionando. Todo eso se ve que es un montaje, un compromiso que tiene la administración actual de EE. UU. , porque está totalmente atrapada en los intereses de la mafia anticubana miamense». El Gobierno de EE. UU. está respondiendo a cuestiones electorales relacionadas con el lobby que hace esa mafia anticubana, señaló, tras lo cual denunció el hilo conductor que se descubre entre las manifestaciones contra Cuba y la réplica que hacen de esas ideas funcionarios del Departamento de Estado y otras instancias estadounidenses.

«Todo el llamado que hacen hacia Cuba, de cómo hay que tratar a Cuba, al pueblo cubano –el pueblo que ellos dicen quieren favorecer–, es sobre un montaje de odio; que es un sentimiento tan poco humano que desacredita por sí mismo, por su perversidad, lo que un gobierno pueda estar diciendo de otra manera.«Los cubanos tenemos en nuestra esencia, en los sentimientos que nos corren por las venas, en toda la formación de nuestra identidad nacional, un antídoto muy grande ante el odio, que es el amor», enfatizó.

«En Cuba la Revolución ha sido una obra de amor, las cosas se hacen con amor, se participa con amor y en medio de las situaciones tan complejas, en medio de los momentos tan duros que vivimos hoy en el orden económico y social, y también con una agresión ideológica, política basada en un programa de colonización cultural, apoyada por una guerra mediática con toda intensidad, nosotros nos seguimos incorporando a la vida y seguimos desarrollando la vida con amor, y sobre todo, poniendo mucha fe en lo que podemos hacer por nosotros mismos, en la resistencia creativa, donde también hay un sentimiento de amor.

«Por lo tanto, sigo afirmando que nosotros amamos el amor y odiamos el odio, y de esa manera vamos a enfrentar todas estas calumnias y mentiras, toda esta perversidad que se teje contra nuestro país».

DERROTA DE LA MALDAD

Sobre lo ocurrido el 11 de julio de 2021, el Presidente cubano señaló que los enemigos de la Revolución están queriendo dar un gran vuelo a esos sucesos, pero también están sumergidos en contradicciones por la manera en que lo enfocan. En determinado momento –explicó– ellos construyeron la imagen de que los sucesos del 11 de julio habían sido protestas pacíficas, pero ahora tratan de «conmemorar» –como ellos dicen– esa fecha como el gran acontecimiento que desestabilizó a Cuba.

Ahora, «desde el llamado que hacen, también están convocando a rupturas desde posiciones vandálicas y hechos contra la estabilidad ciudadana y la vida del país». Por lo tanto –resumió– ellos mismos se van contradiciendo y van aplastando con su torpeza los argumentos que tratan de construir con una visión, pero después se les sale el odio –que es lo que demuestra su verdadera naturaleza–, van aplastando toda la imagen que querían construir.

«Quiero recordar que es verdad que (el 11 de julio) se nos dieron sucesos desagradables, lo que no deseamos que pase en nuestro país. Se produjeron hechos vandálicos, algunos con un ensañamiento y con una vulgaridad y agresividad tremendas». Pero también recuerden –añadió– que ese día «el pueblo salió a las calles a defender la Revolución, los jóvenes salieron a defender la Revolución, y en menos de 24 horas ya no había disturbios y se habían apagado los focos vandálicos y delitos totalmente denigrantes contra instalaciones y personas.

«Si aquí hay algo que celebrar –enfatizó– es la victoria del pueblo cubano, de la Revolución Cubana, ante los intentos de los que querían convertir (aquello) en un golpe suave, que para la “variante Cuba” era un golpe vandálico, y fue derrotado. «Si vamos a celebrar algo, es la victoria del pueblo, que es una derrota más del imperialismo. Esa es la verdad, no la que tratan de pintar, y con la que justifican y tapan la derrota que sufrieron». Después de eso –continuó– se han estado desgastando un año entero convocando por las redes sociales a manifestaciones y agresiones en Cuba.

Y ya hay un lenguaje con el que hablan muchos de ellos, sobre todo la contrarrevolución que hay en Miami y en otras partes de Estados Unidos, sobre que vienen en expediciones a Cuba con armas, que hay que asaltar instalaciones, ir contra los combatientes de las FAR y del Minint, asesinar dirigentes. Pero se les ha ido fracturando todo, se les ha ido cayendo la construcción simbólica y argumental, porque sus campañas están basadas en el odio, señaló.

Ahora han salido «con esa farsa de que van a «conmemorar» el primer aniversario del 11 de julio; bueno, pues van a conmemorar una derrota, porque fueron derrotados por el mismo pueblo al que le quisieron desestabilizar la vida».

EE. UU. HABLA DE OTROS, NUNCA DE SÍ

Díaz-Canel dijo que «la Embajada (de EE. UU.) se preocupa por los juicios que se hicieron con todos los derechos aquí en Cuba, de acuerdo con nuestro orden constitucional y jurídico; (pero) nunca habla de los desaparecidos en otros países, de las personas presas en otros países, de los líderes sociales que mueren por semana en otros países. «El Gobierno de EE. UU. nunca habla de las cárceles secretas que tiene en el mundo, de las torturas en esas cárceles, de las torturas que se protagonizaron en otro momento en la prisión de Guantánamo.

«Todo es una mentira, una perversidad, un discurso de doble rasero en el cual ellos dicen lo que les conviene. Y después hablan de libertad de expresión, de transparencia en la información. «Estados Unidos, para quitar su responsabilidad con todos estos problemas que a nivel global están incidiendo sobre la vida de las personas, es capaz de crear una cortina mediática virtual donde no aparece nunca como culpable de todas sus culpas», enfatizó.

SOBRE ELECCIONES DE MEDIO TÉRMINO Y ACCIONES SIN TÉRMINO

Opinar con respecto a las elecciones de medio término en EE. UU. y la posibilidad de que pudiera darse algún cambio en la política hacia Cuba, «sería especular», dijo el Primer Secretario. No obstante, «puede haber un determinado resultado en las elecciones de medio término, pero los intereses del imperialismo y sus interdependencias y sus interconexiones internas siguen siendo los mismos.

«Hay mucha hipocresía, doble rasero y dependencia de relaciones en ese sistema de poder, por lo tanto, no creo que van a cambiar mucho las condiciones hacia Cuba.

«Debemos tener la convicción de que el bloqueo lo tenemos que superar por nosotros mismos, sin esperar cambios. Si hay alguno, bienvenido sea, pero el problema no es solo que ellos quieran cambiar, sino cómo lo van a hacer, y (eso) tiene que ser desde una posición de respeto hacia Cuba. Nosotros siempre hemos estado abiertos al diálogo con EE. UU., pero tiene que ser desde una posición de iguales, sin ceder en soberanía».

Todo esto lleva a un grupo de interpretaciones, abundó, señalando que EE. UU. ha perdido mucho tiempo, si es que en algún momento fuera a favorecer el diálogo con Cuba. Era tiempo ya –agregó– «de que la actual administración hubiera tenido otra posición hacia Cuba, y no solo por lo que sintamos en Cuba, sino porque el mundo se lo ha exigido, y han hecho oídos sordos a lo que el mundo les ha pedido».

(tomado de Granma)