[:es]Rememorado Aniversario 59 de acción guerrillera en poblado santacruceño[:]
[:es]A los hombres caídos en combate por el deber independentista jamás se olvidan. El homenaje al pequeño comando rebelde que intentó sabotear el tren que cubría la ruta Camagüey- Santa Cruz del Sur, tuvo como escenario el poblado Forestal, distante por carretera a más de 60 kilómetros del emporio cabecera.
En el acto efectuado este sábado se rememoró el aniversario 59 de la acción guerrillera. Emilio Fonseca Amador, historiador local reveló: “En el hecho ofrendaron la vida cuatro de los cinco compañeros designados para ejecutarlo.
Hay que significar como el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) en la provincia tenía entre sus planes los abordajes a los trenes que transitaban de La Ciudad de los Tinajones a Ciego de Avila”.
Incluso se había organizado un grupo, previo a la recordada misión, para asaltar el tren que cubría esta misma ruta donde nos encontramos, pero no logró su propósito al ser detenido uno de los integrantes. “En ese comando estaba José Chelala Chelala”, acotó Fonseca. El M-26-7 le da la orden al joven de trasladarse a Santa Cruz del Sur, para perpetrar la hazaña.
Decidió Chelala reclutar a los camaradas que necesitaba en este territorio. “Acá operaba un pelotón guerrillero, del cual fue su jefe, hasta morir luchando, Roberto Reyes Reyes (El Baracoense)”.
El osado José contacta con sus nuevos cabecillas nombrados Enrique de la Guardia y Julita Guevara, la viuda del Baracoense. Después de llevarse a cabos varias actividades conspirativas deciden emprender la de mayor peligro el asalto al tren. Ya era esta una zona minada de guardias rurales, continuos bombardeos y tropas batistianas armadas hasta “los dientes”. Se escogieron a cuatro compañeros que acompañarían a Chelala para materializar la tarea.
Orestes Gallardo Ceruto, uno de los supervivientes, señaló Emilio, testimonió que al montarse en el primer coche de la máquina en la tarde-noche del cinco de agosto de 1958, enseguida fueron sorprendidos. Como Chelala había pertenecido al ejército del dictador, fue reconocido enseguida por uno de los guardias.
“Pero también el chofer del vehículo donde venía Chelala, cuando se frustró la acción anterior similar a esta, alertó a las autoridades militares de la provincia. La el régimen ya estaba sobre aviso”.
Tres del grupo: Chelala Chelala, Wualdemar Díaz la Rosa y Jorge Oquendo, al producirse el tiroteo son apresados mortalmente por las balas. Jacinto González es herido y luego rematado en el cuartel de la guardia rural. Gallardo Ceruto consigue matar a un sargento. Lesionado a sedal en la cabeza y en una mano por proyectiles, salta hacia un marabusal con el tren en marcha. Logra salvarse.
El objetivo de que el tren una vez incendiado avanzara así por las vías férreas hasta caer al mar si conseguía llegar al final del muelle de la compañía, no se materializó.
“El valeroso gesto de estos jóvenes conmocionó a todos los santacruceños, incrementándose el heroísmo insurrecto”, dijo en las conclusiones de la jornada Ernesto Navaja Ramos, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), aquí.
“Combatamos por mantener la libertad, la dignidad y la justicia”, exhortó. “Mantendremos con firmeza el legado de nuestros héroes y mártires”.
En la necrópolis local en la que descansan los restos de Jacinto González, familiares y combatientes le colocaron una ofrenda floral en horas del mediodía.
Se encontraban en el acto Omar Pimentel López, presidente de la Asamblea del Poder Popular y Dianco Sixto Oliva, miembro del Buró del Partido Comunista de Cuba (PCC) a este nivel, asimismo Reídel González Moreno, presidente del Consejo Popular (CP) Forestal-Cuatro Compañeros, miembros de la ACRC del citado CP y vecinos del lugar.
[masterslider id=”156″][:]