[:es]Reconocimiento a enfermería santacruceña en su día mundial [:]

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Las horas dedicadas a salvar la vida de un paciente o mejorar su estado de salud hasta verlo sonreír desvelan a los enfermeros y enfermeras de Cuba, también del mundo. Prioridad, sin límite de horario, le dan al abnegado quehacer que precisa de concentración, cuidados, esmero.

En hospitales, hogares maternos, casas de abuelos, consultorios médicos, hogares de ancianos, centros escolares internos, casas de infantes sin amparo familiar, fábricas de esta Isla, se mantienen pendientes de los seres humanos a los que están dedicados.

De igual manera en los rincones más apartados de África, América Latina y el Caribe, donde el especializado personal cumple misiones internacionalistas, el sacrificio se convierte en hermandad solidaria.

Ahora en este instante muchos no están en casa junto a su familia porque les ha tocado ir a cumplir el deber que tanto los satisface. De día, de noche, de madrugada estos integrantes del gran ejército de las batas blancas atienden al enfermo de cualquier edad, a la mujer recién parida, a quien bajo cualquier circunstancia llega al Cuerpo de Guardia de una institución de  Salud Pública.

Llegue a estas tenaces personas el reconocimiento de todo un pueblo que admira sus meritorios valores.

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