Al sur

Proyecto Mi Costa busca recuperación paulatina de manglares en Santa Cruz del Sur (+ Fotos)

Santa Cruz del Sur, 5 jul. – De manera paulatina ante el retroceso de la actividad humana luego del impacto del huracán Paloma en 2008 y como consecuencia también de las acciones del proyecto Mi Costa, comienzan a verse un mayor número de mangles en lugares específicos de este territorio austral camagüeyano.

A través de dicha iniciativa, donde el municipio es una de las 24 comunidades beneficiadas de manera directa en Cuba, con el apoyo de las personas y las instituciones, entre ellas la Dirección Municipal de Educación (DME), se recuperan gradualmente espacios cercanos a la línea costera; área donde se asentaba el primer poblado antes del severo fenómeno hidrometeorológico del 9 de noviembre de 1932, con un saldo superior a las 3 mil víctimas.

El comunicador institucional de la DME, Miguel Vázquez Pino, destacado activista en la divulgación de las acciones medioambientales, compartía en su perfil de Facebook: “(…) parece que estoy en el corazón de la jungla de mangle de un gran cayo del Parque Nacional Jardines de la Reina. Nada que ver, es un manglar natural que crece entre el muro de cemento y el mar en La Punta de La Playa. ¡Cuidemos este pedazo de vida!”

Agregaba en otro post acerca del impacto positivo del proyecto, que busca potenciar las llamadas soluciones ‘verdes’ para mitigar los efectos del cambio climático: “El manglar natural será el sustituto del muro de cemento que está en deterioro por el tiempo y el efecto abrasivo (erosivo) del mar en esta zona del litoral donde termina nuestro primer Santa Cruz Del Sur”.

Entre las acciones fundamentales ha estado el trabajo comunitario: las áreas de la playa y su gente de mar son los protagonistas de este proceso donde tienen lugar las transformaciones por la sostenibilidad, con la educación ambiental como eslabón imprescindible.

Mi Costa se suma a otras iniciativas del sistema de las Naciones Unidas en Cuba que, en trabajo conjunto con instituciones del país, apoyan la Tarea Vida al potenciar la lucha contra el cambio climático, a través del incremento de la resiliencia en las comunidades más vulnerables.

Se espera que el proyecto a nivel nacional contribuya a la restauración de 11 mil hectáreas de mangle, 3 mil hectáreas de bosques de ciénaga, 9 mil hectáreas de pastos marinos y 134 kilómetros de arrecifes coralinos, con el consecuente efecto favorable de la generación de barreras protectoras ante eventos de fuertes oleajes, publicó en su web el Ministerio cubano de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

Los bosques de manglares impiden el avance de la intrusión salina, absorben carbono, contribuyen a la seguridad económica y alimentaria al mejorar actividades como la pesca, y son el hogar de numerosas especies.

Una investigación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente mostró que antes de sembrar nuevas plantas de este tipo es importante comprender la causa de su degradación.

Cuando el motivo de los daños puede eliminarse, como en los casos de la contaminación y sobreexplotación, se recuperan de forma natural.

Mientras que cuando se requiere la intervención humana hay que seguir pasos claves como involucrar a las comunidades, seleccionar plántulas nativas y establecer un vivero en funcionamiento.

(Fotos tomadas del perfil del comunicador Miguel Vázquez Pino)