Al sur

[:es]Ordene Comandante, vibra en la voz de combatiente santacruceño[:]

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La yerba brota en los canteros cultivados de lechuga en el organopónico Jesús Suárez Gayol, cercano a la comunidad de igual nombre en Santa Cruz del Sur. Entre los obreros apegados al quehacer está Marcelino, quien apenas se percata de la presencia del reportero. La agilidad con la que ejecuta la tarea permite sacar objetivas conclusiones: es un hombre acostumbrado al trabajo sobre el surco.

Extiende el saludo sincero untado de tierra fértil. Al querer entrevistarle con motivo de su misión en Angola, el heredero de los apellidos Ruiz Martínez dijo haciendo gestos precipitados: “Eso fue hace más de tres décadas”.

La hermandad entregada queda imborrable, se vuelve símbolo, es ejemplo. “Estuve en la República Popular de Angola (RPA). Cumplí misiones en las provincias de Kwansa Sur y Huambo. Me convertí en el primer tirador de flecha C2M antiaérea”.

El interrogado fue miembro de la caravana Camilo-Che. “Anduvimos por los territorios que ya le mencioné y Menongue. Los sudafricanos pretendieron obstruirnos la trayectoria colocando minas, además incrementaban los ataques sorpresivos. Nada de eso les valió para nada; elevada era nuestra fuerza moral y combativa”.

En 1986, el soldado había terminado el deber internacionalista en la RPA, imaginaba que en cualquier instante le sería dada a conocer la fecha de retorno.”Extrañaba a la familia, a Cuba. De pronto la jefatura me pidió cumplir otro esencial cometido”.

En la cumbre de Zimbabwe estaba Fidel. Debíamos mantenernos alertas. Cuando se comunicó que el Comandante en Jefe había llegado a la Isla, entonces le di el último abrazo a Angola y volví a la tierra indómita.

Aunque las detonaciones de la metralla le dañaron el oído izquierdo, Marcelino tiene el 50% de la escucha en óptimas condiciones. “Las órdenes de la Revolución Cubana, son las del Líder Histórico y Raúl. Si debiera utilizar un aparato para escucharlas bien, lo haré, pero nunca dejaré de ejecutarlas”.

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