Ministro de Comunicaciones subraya interés del Gobierno en ampliar la Internet en Cuba
La Habana, 14 ago.- Durante 12 programas, Dominio Cuba en TV ha presentado temáticas que, si bien a algunos pudiera parecer lejanas, están más cerca de lo que muchos piensan de nuestra realidad. El proceso de Informatización de la sociedad cubana no es un conjunto de palabras vacías, hay hechos concretos que lo demuestran y datos puntuales que lo cuantifican.
Lograr que ese proceso contribuya más y mejor al desarrollo económico de nuestro país y a la calidad de vida de la población, es uno de los principales desafíos del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones, por lo cual, como cierre de oro para la primera temporada de Dominio Cuba, el equipo de realización decidió entrevistar a Jorge Luis Perdomo Di-Lella, ministro de Comunicaciones de la isla.
-El proceso de Informatización de la sociedad cubana forma parte del plan de desarrollo económico y social de Cuba hasta 2030. ¿Cómo entender la esencia de ese proceso? ¿Cuál es el vínculo directo entre informatización y desarrollo económico y social?
El proceso de informatización de la sociedad cubana está estrechamente unido al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación en el país, y su base tecnológica e infraestructural es precisamente el desarrollo de las telecomunicaciones en la Isla.
Documentos rectores como el Plan de desarrollo económico y social de Cuba hasta 2030, y los Lineamientos del último Congreso del Partido, que fueron aprobadas por el Partido Comunista de Cuba, fuerza política guía de nuestra sociedad, incluyen como un eje estratégico de desarrollo socio-económico a las tecnologías de la información y la comunicación.
Este tratamiento prioritario, o estratégico, se debe a que las tecnologías de la información y la comunicación aportan directamente a la economía. Crean, por ejemplo, flujos financieros o dinamizan procesos económicos; sin embargo, más importante aún en mi opinión, es el aporte indirecto al crecimiento del producto interno bruto. En otros contextos se ha demostrado que un diez por ciento de inversión en TIC produce alrededor de más de un uno por ciento de crecimiento indirecto en el producto interno bruto.
Dadas nuestras características, es muy alta la posibilidad de que estas tecnologías influyan directamente en procesos productivos y económicos: el comercio, las transacciones financieras, el crecimiento de la industria nacional. O sea, no existe un sector de la economía e incluso de la sociedad en que estas tecnologías no incidan directamente.
El ciberespacio es un medio muy rápido, donde las ideas se transmiten con mucha rapidez, donde existe un dominio cultural de las culturas occidentales muy fuerte. El idioma español, por ejemplo, es uno de los que más se habla en el mundo y sin embargo, en Internet está muy poco representado. Por tanto, es un desafío que nuestra población tenga mayor cultura en el uso correcto de Internet, en su seguridad, en exponer ideas, contenidos, vivencias en este espacio, yo creo que es uno de los retos que tenemos, o sea, utilizar más la internet en función de la cultura, del desarrollo económico, del desarrollo político, del desarrollo cultural de nuestro pueblo.
Otro reto importante es utilizar la potencialidad que tenemos para generar servicios, plataformas de contenidos, de entretenimiento, de debate. Tenemos mucho talento en las universidades y estamos preparados para desplegar esos servicios y plataformas.
Un ejemplo muy positivo es lo que ocurre en la Universidad de Ciencias Informáticas, con un trabajo constante en el desarrollado de plataformas, como el toDus, un sistema cubano de mensajería instantánea.
Todavía estamos trabajando con ellos, apoyándolos para que esa plataforma siga evolucionando, pueda tener nuevas prestaciones y convertirse en una plataforma de uso todavía más masivo que el que hoy tiene, con más de trescientas mil personas interactuando por esa plataforma en el presente. Otra aspiración en ese sentido es que tengamos tiendas de aplicaciones, como la tienda Apkalis, que sirva a la población para el acceso nacional, descargar aplicaciones cubanas y también de otros países.
No pretendemos hacer una internet cubana separada del resto del mundo, vamos a estar cada vez más conectados, y el reto en ese contexto es defender nuestro talento, y que nuestro país pueda aportar, desde su cultura e idiosincrasia, contenidos que defiendan nuestra identidad nacional, para que eso que hacemos o sabemos hacer en el espacio físico, pueda ser llevado al espacio virtual. Esa es otra tarea pendiente.
-Sobre el proceso de informatización se ha hablado de cuatro pilares fundamentales, usted mencionaba uno de ellos: la infraestructura ¿Mayor tecnología y mayor acceso a la tecnología significa o es directamente proporcional a mayor informatización de la sociedad?
No necesariamente. Un país puede tener muchísimos recursos tecnológicos y no estar informatizado. Yo creo que la clave está, aunque infraestructura tecnología es muy necesaria, en un proceso de utilización y explotación adecuada, para que, el uso que le demos a la tecnología, impacte en lo económico, lo social y lo político del país.
No podemos hablar de informatización si no se habla, por ejemplo, de gobierno electrónico, que no es más que la utilización de esa tecnología en función de que Gobierno y pueblo puedan actuar directamente, de una manera más rápida y efectiva, yendo por supuesto desde el ámbito nacional hasta los gobiernos locales, que también deben tener sus portales para interactuar de manera bidireccional con la población.
Estamos en una fase ya de presencia en el gobierno electrónico, debemos avanzar más en la fase de interactividad, forma parte de la utilización y de la informatización a la que aspiramos.
Otro ejemplo que ilustra aprovechamiento efectivo de recursos tecnológicos es el comercio electrónico, que nosotros estamos explotando, incluso con las potencialidades de tecnologías que aún no están instaladas.
Realmente este proceso es particularmente complejo, nosotros somos el organismo del Gobierno que coordina su implementación, que tiene la responsabilidad estatal de normarlo, de establecer las regulaciones y controlarlo, pero también intervienen prácticamente todas las fuerzas de la sociedad: el banco, los usuarios, las empresas que ofrecen los servicios…
Un ejemplo concreto que hemos logrado en ese sentido es la plataforma Transfermóvil, que hoy tiene más de doscientos cincuenta mil usuarios, a través de la cual los ciudadanos pueden pagar el teléfono, la electricidad, impuestos, multas, Vamos a seguir ampliando esa plataforma y vamos a llevar también esos conceptos a la web, porque hoy la plataforma Transfermóvil no utiliza internet, y se ha desarrollado para que la gente gratuitamente pueda utilizarla, o sea, basta con tener un celular.
El comercio electrónico no solo agiliza y ayuda al ciudadano, también transparenta transacciones, permite que haya mayor control financiero, más claridad y aumenta el control sobre las posibilidades de que pueda haber corrupción en determinadas transacciones. Todo eso siempre que se haga en un ambiente de ciberseguridad adecuado.
-En esa relación entre sociedad, procesos de informatización y acceso a la tecnología, ¿Cómo medir si las tecnologías están siendo utilizadas de manera efectiva?
El proceso de medición de utilización de las tecnologías es también un reto, porque no basta con medir el uso a partir de cantidad de celulares.
Hoy en el país hay 5,5 millones de celulares, y en los últimos tres años ha habido un crecimiento de alrededor de ochocientas mil líneas por año. Es un medio que la población está usando, a pesar de los elevados precios que el propio dispositivo tiene. En eso también vamos a seguir avanzando.
Sin embargo, eso no quiere decir que todos los propietarios de terminales accedan a Internet desde el celular, de esos 5,5 millones y medio de celulares que ya hay, 2,5 millones de esos celulares están habilitados para el servicio de datos.
Nosotros hemos venido trabajando en el acceso a través de diferentes medios. Hasta ahora el medio más masivo eran las cuentas permanentes de acceso a los sitios Wi-Fi o de salas de navegación, con más de 2 millones de cubanos con una cuenta permanente. Ahora estamos hablando de 2,5 millones de cubanos que también están haciendo accediendo a datos desde el teléfono móvil.
Hay otra vía de acceso que nosotros hemos trabajado y seguiremos ampliando, que es el acceso desde los centros de estudio y de trabajo. Este año tenemos un programa de ampliación del ancho de banda a partir de las posibilidades que se han ido creando, que son limitadas, pero que nos permiten ampliar en los centros educativos, por ejemplo.
Particularmente en el sector de la educación, donde hay tantas escuelas por incorporar a la red de datos, tenemos un plan un poco más exhaustivo. Todas las universidades tienen ya anchos de banda que van desde los 200 megas y un giga, cuando hace unos años no rebasaban los 10 megas.
Además pensamos llegar a que el 34% de las escuelas puedan estar conectadas, priorizando las escuelas urbanas de mayor matrícula.
-¿Cómo medir la utilización de esas capacidades?
La Empresa de Telecomunicaciones juega un papel importante en ese proceso, en el que hay que establecer indicadores para determinar, no la datos de un utilización de un servicio, sino donde y para qué se está utilizando.
Estamos diseñado un grupo de medidores de accesibilidad, por ejemplo, que es un indicador técnico, pero hay otros como son cantidad usuarios que usan determinados servicios de comercio electrónico, uso de los portales de los gobiernos, uso de la interactividad de los portales. Es decir, creo que el diseño de indicadores que nos permitan medir adecuadamente el proceso de informatización y la utilización de internet en nuestra sociedad es también un tema en construcción. Tenemos que estudiar mejor esos indicadores, para poder medir mejor, con más efectividad, sobre todo en el usuario final y no en el proveedor del servicio.
También tenemos que medir cómo se utilizan los servicios de acceso al conocimiento, cómo se utiliza Internet para formarnos culturalmente, para aportar nuestros valores. Ese tipo de servicios hoy no tiene indicadores claros, y tenemos que buscar indicadores de utilización para poder estimular y promover lo que estamos construyendo entre todos, lo que nos interesa construir entre todos.
-Usted ha mencionado varias veces la ciberseguridad. El Lineamiento 108 habla de un proceso interdependiente y paralelo entre ciberseguridad y desarrollo de la informatización ¿Realmente ha sido así? ¿Cuáles han sido los principales pasos dados en materia de ciberseguridad?
La ciberseguridad, junto a la creación de infraestructura; la creación de contenidos y servicios digitales y la creación del marco jurídico o regulatorio para ordenar y poder garantizar el avance de la informatización; son los cuatro pilares del proceso.
Esto no es una innovación cubana. El propio ordenamiento que la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que es la agencia especializada de Naciones Unidas, así concibe el despliegue de proceso de informatización.
El Lineamiento 108 es claro, como es clara la política de informatización del país: La informatización debe ir acompañada de otro proceso, que garantice la ciberseguridad necesaria como condición indispensable para poder avanzar. En ese sentido se han publicado varias normas para garantizar un entorno seguro de Internet en Cuba.
En primera instancia nuestra nueva Constitución recientemente proclamada, hace alusión a la privacidad de los datos personales, que es algo en lo que también tenemos que ganar más cultura, incluso en el propio marco regulatorio nacional defender con mayor fuerza ese concepto.
Otro ejemplo, es el Decreto de Seguridad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Anteriormente no había una norma jurídica en el país a nivel de Decreto Gubernamental que regulara este proceso, y donde quedara debidamente expuesto un grupo de conceptos, de infraestructuras críticas y otros componentes relacionados con la ciberseguridad.
Ahí se establece el gobierno y el comercio electrónico como líneas fundamentales de trabajo, la importancia de la ciberseguridad, se definen cuáles son las infraestructuras críticas para el país en tecnologías de información y comunicación, así como otro grupo de cuestiones que están asociadas a ese proceso de informatización. Esto es un paso importante.
Pero creo, de manera crítica, que también nos queda mucho camino por andar en cuanto a la cultura de la ciberseguridad. Muchas personas aún piensan que la seguridad de las tecnologías está en la puerta donde están guardados los servidores. Y hoy las puertas, de entrada y salida en lo referente a la estabilidad de la información, están en las propias redes, en los servicios digitales. Entonces es necesario que la gente tenga cultura de ciberseguridad, desde lo más elemental, que son las contraseñas o el uso de certificados en los servicios web, hasta temas que son ya más complejos.
Hay muchos ejemplos en la actualidad que ponen a relieve estas cuestiones. Por ejemplo, el sabotaje eléctrico a Venezuela, o el escándalo con Facebook y Cambridge Analytica.
Ambos casos también demuestran como el uso de las tecnologías está relacionado también con los procesos políticos fundamentales de la sociedad, con los procesos económicos, con sus infraestructuras críticas.
Es un tema en que siempre debe seguirse profundizando, y el marco regulatorio que se ha establecido va en esa dirección, para protegernos y poder avanzar sobre una base segura, que es la premisa fundamental de la política nuestra: para avanzar un milímetro en informatización hay que avanzar un milímetro y medio en ciberseguridad, porque significa, primero, crear la base sobre la cual lo que vayamos a hacer tiene un ambiente seguro, tiene un ambiente de estabilidad del servicio, de estabilidad de la información.
No se puede hablar de ciberseguridad sin hablar de la seguridad de la información. Es precisamente en el manejo de la información donde está el valor de este proceso. Hoy es un problema internacional el tema de los fake news o noticias falsas en internet. Hay países como Francia, que han establecido leyes contras las noticias falsas en Internet, por ejemplo, en períodos electorales.
La seguridad de la Información en un tema puesto en la mesa de análisis a escala global, porque por un lado están las grandes plataformas de internet, controladas a su vez por las empresas monopólicas. Por ejemplo: una sola empresa estadounidense, Facebook, tiene cuatro de los servicios más utilizados en internet, el propio Facebook, Messenger, Instagram y WhatsApp. Por tanto, estamos hablando de que en el debate político internacional aún no se defines estrategias concretas para Internet en materia de soberanía.
-Ya son múltiples las vías de acceso a Internet en el país: continúan los parques wifi, está el servicio de datos con 3G y ya se efectúan pruebas para la 4G, también puede contratarse el servicio de Nauta Hogar. ¿La idea es mantener todas las opciones, o el surgimiento de unas determinará el fin de otras?
En el Consejo de Ministros se acordó establecer estrategias para consolidar la banda ancha en Cuba, lo cual quiere decir priorizar las tecnologías inalámbricas como dentro de las variables de infraestructura. Esto no quiere decir que vayamos a renunciar al desarrollo de las tecnologías fijas, pero podemos llegar hasta un punto con una fibra óptica, y a partir de ese punto el servicio al usuario final se le puede dar de forma inalámbrica, y el despliegue es más rápido y más económico.
Sin embargo, a pesar de las diferentes opciones, una de las preocupaciones que siempre tiene nuestra población, es cómo vamos haciendo más asequibles los servicios de telecomunicaciones. En ese sentido la estrategia de banda ancha tiene una directriz clara, y es el hecho de que a medida que vayamos ampliando posibilidades de acceso, vamos a ir bajando los precios para hacerlos más asequibles. Si hay alguien que está interesado realmente en bajar los precios de los servicios es el gobierno, y la tendencia de precios de estos servicios lo demuestra.
Se ha explicado otras veces: si de un día para otro se decidiera bajar el minuto de telefonía móvil a la mitad del precio que tiene hoy, nos haría falta el doble de la infraestructura para poder evacuar la cantidad de tráfico, porque cualquier rebaja de precios estimula siempre el consumo. Esa es una ley de la economía. Necesitamos primero ampliar la infraestructura, y es lo que estamos haciendo.
Este año se están haciendo inversiones en la telefonía móvil para la ampliación de la red de acceso fundamentalmente y la red transmisión, porque la red de telecomunicaciones es una sola. Hay lugares con gran congestión en el servicio debido a que la cantidad de usuarios es superior a la infraestructura instalada. En ese sentido, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba está ampliando la red de acceso, y en la medida en que lo vayamos haciendo, se continuarán haciendo ofertas para hacer más asequible el servicio. Esa es la vía del móvil.
-¿Se mantiene el principio de privilegiar el acceso social a Internet en Cuba?
Esa es principal característica que hemos tenido y que seguiremos defendiendo. El ámbito jurídico también es reflejo de eso. Estamos ordenando toda la utilización de la tecnología inalámbrica, de manera que se ha autorizado como parte de este proceso que las personas jurídicas y las personas naturales puedan tener redes locales de acceso Wi-Fi, e interconectar estas redes a través de operadores públicos con licencias autorizadas.
Estamos trabajando, además, en la idea del Joven Club de Computación, como una institución comunitaria de gran importancia para el país, porque tiene además una red de más de 614 instalaciones en todos los municipios incluidas las zonas rurales, y de esos más de 260 están conectados ya por fibra óptica, estamos conectando esta infraestructura de los Joven Club a fibra óptica.
Con todas estas acciones la idea es crear redes locales para para intercambiar contenidos, como por ejemplo, los videojuegos. Es importante decir, por cierto, que los videojuegos son uno de los productos que más se consumen actualmente en las redes digitales, y nosotros debemos promover videojuegos que sean atractivos, educativos, que entretengan sin ser violentos.
-Ministro: Varias vías de acceso a Internet, miradas al gobierno electrónico, pasos certeros en materia de ciberseguridad, experiencias en comercio electrónico, esas son algunas de las cosas que hemos logrado. ¿Hacia dónde va Cuba en materia de informatización? ¿Cuál es la isla que se está soñando?
-La proyección que tenemos es ir avanzando cada vez más, por supuesto, en relación con las posibilidades económicas de las inversiones que podamos ir haciendo en nuestro contexto tan particular. Seguir ampliando el acceso, con cada vez más población participando de ese acceso por las diferentes vías; estimular la creación de servicios y contenidos digitales para poder utilizar ese acceso en función de la economía, de la sociedad y de la cultura del país, y cada vez que estas tecnologías impacten más y mejor en el desarrollo de la nación.
El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030 defiende esa visión: que las tecnologías de la información y la comunicación contribuyan a la calidad de vida del ciudadano, nuestra economía y a la elevación de la seguridad nacional de nuestro país. Esas serían las tres líneas fundamentales.
–Gracias, Ministro, por su tiempo.
Para mí ha sido no solamente un placer, sino una oportunidad para poder explicar e interactuar con el pueblo. Hoy lo estamos haciendo constantemente en redes sociales: desde nuestro propio Presidente hasta todo el Consejo de Ministros está en las redes sociales. Estamos interactuando, pero es una oportunidad contar con este espacio y con el trabajo que están haciendo. Los felicitamos por eso y cuenten con el Ministerio nuestro como un actor de este proceso.
-Para nosotros ha sido un placer tenerlo en Dominio Cuba. Muchas gracias, Ministro.
(Tomado de Cubadebate/Publicada originalmente en Dominio Cuba) (Foto: Archivo)