Fémina santacruceña complementa labor profesional con siembra de alimentos
Santa Cruz del Sur, 17 Oct.- Heredó las manos de sus padres. Manos quizás demasiado grandes para una mujer, aunque concuerdan con su estatura natural. Manos engrandecidas a través del estudio, la crianza de sus dos hijos hasta verlos tomar la altura necesaria.
La protagonista de esta crónica labora en la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Macuto Dos, distante 14 kilómetros de la comunidad santacruceña de Haití.
En esa remuneradora alianza dedicada a la producción cañera atiende el quehacer económico. ¨Primero obtuve el título de técnico en esa especialidad, mi interés por continuar superándome me permitió graduarme de licenciada en economía¨, evocó Idalmis Echevarría Bejerano.
Destacó cuanto apego siente por esa actividad profesional. ¨Me gusta enormemente¨, expresó campechana. Pero los cálculos matemáticos a diario llegan a convertirse en una carga mental para la fémina.
¨Ese agobio lo elimino atendiendo una hectárea de maní, antes del anochecer o los fines de semana. Y otras veces dándole atenciones culturales a las matas de mango, guayaba, anoncillo ciruela… Al platanal y las hortalizas que hay en el patio de mi casa¨, manifestó.
En el centro de estas obligaciones extras se encuentra la familia. ¨Sin su apoyo me sería imposible ejecutar tantas tareas a la vez, incluidas las del hogar. Mis hijos y mi esposo, acotó la lugareña, me dan una primordial ayuda. Sola no hubiera podido lograr tantas cosas¨.