Estimuló bongó aprendizaje musical de aficionado santacruceño
Octubre 2021.- “Mi abuelo por parte de padre fue bongosero. Lo oía repicar el bongó una y otra vez en su casa y en las fiestas públicas que se celebraban en distintos lugares de la Marea de Belíc, allá por el oriente de Cuba”.
Pablo Cardero Vega trae al presente esas reminiscencias y muchas más que le avivan, aún pasado los 80 calendarios, los inicios con similar instrumento en los grupos Los Vieras, Los Mendozas y Los Peñas de la mencionada geografía.
“Desde muy pequeño siempre tuve buen oído musical”, expresó jubiloso. Esas agrupaciones interpretaban la música campesina. “Recuerdo temas como Bomba camará, Compay labore, Compay Cotunto, Tesa bastidor, y muchos otros. Me emociona mucho comentar esa etapa de mi vida”, señaló a continuación.
Muy joven decidió asentarse en Santa Cruz del Sur, fue entonces cuando se interesó por recibir clases de música con René de los Ríos, director en ese momento de la Banda Municipal de Conciertos. Luego imprescindibles temas de teoría y solfeo le fueron impartidos por los maestros Ángel Álvarez y Juan Sotomayor.
“Al transcurrir un año el profesor Ángel Álvarez me comenzó a enseñar a solfear con la trompeta. A la academia asistían Guillermo Moncada, Wuanchi Verdecia, la Niña Torres, y muchos más.
Querían aprender a tocar un instrumento, lo que requirió de gran dedicación por parte de ellos pues nadie se convierte en músico de la noche a la mañana”, refirió el entrevistado.
Por la disciplina y conocimientos mostrados fue suplente de la institución de conciertos por algún tiempo. “Toqué también la trompeta, atestiguó, acompañado de un piquete de colegas para animar los bailes en las comparsas que se organizaban durante los carnavales de la localidad”.
Cuando tuvo la oportunidad de ingresar en el curso para aficionados en la escuela de instructores de arte de La Habana, fue de los primeros lugareños en inscribirse. “Al finalizar el periodo de clases había aprendido a tocar el acordeón”, señaló animado.
Pablo Cardero Vega, otrora pescador y barbero formó parte de un coro de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), que pertenecía a la Casa de Cultura del patio.
“En varias ocasiones, dijo, nos presentamos ante el público; interpretábamos habaneras, guarachas y sones. Pero nunca olvidaré que mis inicios en el aprendizaje de la música fue con el bongó”, recalcó.
Texto y foto de Raúl Reyes Rodríguez, tomado del perfil de Cultura de Santa Cruz del Sur en Facebook