El único sol de Rita y Santo Eloy: el Amor
Santa Cruz del Sur, 14 feb.- El amor que surgió hace varios años entre Rita Rabí Rabí y Santo Eloy Hernández de Quesada renace a cada instante. Ambos se colman de palabras tiernas para que perdure en ellos ese sentimiento tan esencial convertido en sol guía cuando se toman de las manos.
“Nos conocimos cuando fuimos trabajadores de Industrias Locales”, señaló evocativa, al referirse a la Unidad Empresarial de Base (UEB), condición actual de la entidad de este territorio.
“Yo fui tejedora en el taller Clodomira Acosta”, agregó.
Él fue cortador de yarey de la citada (UEB). “Llegué a ser vanguardia nacional”, expuso.
Iba con frecuencia a áreas lejanas de la costa a buscar la materia prima.
“Sin dejar de pensar en Rita. Deseaba mucho ser su esposo“, confesó el flechado entrevistado.
Cuando la fémina retornó de Bulgaria, donde pasó un curso para aprender a tejer masío, conocimiento que transmitió a sus compañeras de quehacer, volvió a encontrarse con la mirada del enamorado.
“Nos unimos, pero duró muy poco la relación. No fue culpa nuestra”, indicó.
Esperaron el momento justo. El deseo mutuo de estar unidos nada ni nadie lo podía destruir.
“Mi amado es un caballero, está siempre atento a mí. Cuando nos jubilamos me propuso unirnos, yo acepté sonriéndole y dándole un beso”, resaltó la lugareña.
Rita y Santo Eloy viven en la comunidad de Paloma, en la ciudad cabecera santacruceña. Hace algún tiempo integran el grupo de adultos mayores que son atendidos en la Casa de Abuelos de esta demarcación. Tomados de las manos se les ve entrar a esa institución de Salud Pública. El amor es su único sol.