El programa hidráulico de Camagüey también es obra de la Revolución

Camagüey, 7 ene.- Con unos 15 mil kilómetros cuadrados, esta provincia es la de  mayor extensión territorial de Cuba y se distingue hoy por poseer la más grande infraestructura hidráulica del país, y ser la segunda en almacenamiento de agua en los 54 embalses que administra el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en esta demarcación.

Ese desarrollo está marcado por un antes y un después de la victoria de la Revolución cubana, el 1ro de enero de 1959, pues la nación presentaba una pobre realidad en lo concerniente al referido sector, mientras el naciente Gobierno comenzó su obra transformadora para promover el principio de equidad en el uso del agua y el progreso social como prioridad.

De la etapa colonial, el oriental territorio heredó un incipiente acueducto construido en 1895 en su ciudad capital, uno de los más antiguos de la Isla, y durante el transcurso de la República neocolonial este quedó dotado de insuficientes fuentes de abasto del vital recurso y sin los tratamientos de potabilización requeridos.

Solo un embalse servía de suministro a la antigua urbe de Puerto Príncipe, la presa Pontezuela, entonces la de mayor volumen en toda la Isla, con siete millones de metros cúbicos de agua, y a la que se sumaban 12 reservorios distribuidos en las antiguas provincias de Las Villas, Camagüey y Oriente.

Esta región contaba, además, con una de las cuatro plantas potabilizadoras existentes en la Isla y la construcción parcial de un sistema de alcantarillado, mientras la escasa existencia de personal técnico nativo del país obligaba a que, tanto la elaboración de proyectos como la ejecución de las obras fuera contratada a empresas extranjeras.

Esa fue la herencia que tras siglos de dominación, primero por España y luego por Estados Unidos, hasta 1959, recibió la antigua provincia de Camagüey, que antes abarcaba dominios de las actuales Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Las Tunas.

Como parte de la política de Voluntad Hidráulica implementada por el Gobierno revolucionario en la década de 1960, el programa de desarrollo en torno a ese recurso en esta demarcación lo convierte en patrimonio común en función del abastecimiento a la población y a los sectores agrícola e industrial, y de la prevención ante embates de fenómenos naturales.

Camagüey dispone hoy de 15 estaciones de alcantarillado, cinco plantas potabilizadoras y siete compactas que se encargan del tratamiento del vital líquido para brindar un servicio de calidad mediante las redes de acueducto, las cuales cuentan con 264 estaciones de bombeo.

De igual modo existen 32 lagunas de estabilización para embalsar aguas residuales con el objetivo de mejorar sus características sanitarias.

Para el abasto a la población, más del 55 % de los 773 mil 600 habitantes de Camagüey tiene acceso al servicio de acueducto con conexiones intradomiciliarias, en tanto el 41,2 % recibe el suministro de agua en puntos de fácil acceso, y solo el 3,7 % lo obtiene mediante servicio público por carros cisterna.

Con una capacidad de almacenamiento de mil 209 millones de metros cúbicos de agua, el sistema de Recursos Hidráulicos en esta provincia garantiza, además, el balance de agua para asegurar importantes programas agrícolas y el desarrollo industrial del territorio.

Millonarias sumas de dinero destina el Estado cubano a la rehabilitación y mantenimiento de las obras que ya existen y a la construcción de nuevas conductoras, plantas potabilizadoras, estaciones de bombeo, y redes de acueducto y alcantarillado con el objetivo de cumplir la Política del Agua aprobada en el país en 2018.

El uso racional de ese recurso constituye prioridad de tal programa gubernamental, que contempla un plan inversionista de 485 millones de pesos para la continuidad de la ejecución de obras en 12 ciudades del país, entre ellas Camagüey. (Texto y foto: ACN)