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Cuba reajusta economía y mira más allá de la Covid-19

La Habana, 6 may.- Cuba reajusta su economía afectada por las secuelas de la Covid-19, cuando el país está por arribar al segundo mes de enfrentamiento a la enfermedad con resultados que parecen dar la razón a las medidas tomadas al efecto.

El Consejo de Ministros, encabezado por el presidente, Miguel Díaz-Canel, y el primer ministro, Manuel Marrero, decidió reorientar el Plan de la Economía 2020 para, de manera organizada, responder a las secuelas de la pandemia.

Así ocurrió la víspera, jornada sobre la cual el Ministerio de Salud Pública reportó el menor número de casos positivos de la enfermedad, 17, y un acumulado de mil 685, de los cuales 954 se recuperaron.

Según publicó el sitio web de la Presidencia de la República, se trata de sentar las bases de la recuperación económica y de la vida nacional, e incluso del Plan de la Economía 2021.

Cuba, con una economía abierta, resiente la reducción drástica de sus fuentes de ingreso a consecuencia de la pandemia.

El país se vio obligado a cerrar puertos y aeropuertos, hoteles y otras instalaciones y servicios generadores de divisas, tan necesarias para un país bloqueado por la potencia económica y militar más fuerte del planeta.

Según explicó en la reunión el viceprimer ministro, Alejandro Gil Fernández, resulta imprescindible proteger las exportaciones, priorizar la producción nacional de alimentos, medicamentos y aseo, entre otras prioridades.

También intensificar las medidas de ahorro de recursos de todo tipo, no solo los energéticos; y asegurar la vida productiva y la comercialización de recursos básicos.

A la vez habrá que posponer algunas actividades económicas, ralentizar el ritmo de otras y prepar el escenario de la recuperación.

En este contexto Cuba defenderá sus producciones de tabaco, ron, carbón vegetal, productos biotecnológicos y otros exportables, e incluso creará reservas para cuando el mercado internacional se estabilice.

Una premisa resultará potenciar la producción agropecuaria y destinar recursos materiales y financieros preferentemente a rubros que lleguen lo más rápido posible a la mesa de los cubanos.

Junto a ello va la estrategia de cambiar la matriz y pensamiento importador, en un país que gasta alrededor de dos mil millones de dólares para asegurar la canasta básica de la población.

Habrá afectaciones a la población, pero el reajuste del plan económico se propone mantener la justicia social, equidad, las oportunidades sociales para los de menores ingresos y las políticas públicas que ayuden a los más vulnerables.

En tal sentido, se decidió no aumentar los precios y continuar con el control al respecto.

Como en otras coyunturas, Cuba apuesta además al ahorro y a incrementar la eficiencia en las actividades productivas y en todas las esferas de la sociedad, para lo cual juega un rol importante la planificación.

‘Cómo nos vamos a ir abriendo en el turismo, cómo nos vamos a ir abriendo en los vuelos, desde qué países, con qué sectores; cómo vamos a ir abriendo las actividades económicas y sociales, en qué magnitud, con qué conceptos’, adelantó en la reunión el presidente Díaz-Canel.

Además exhortó a estudiar qué experiencias acumuladas en la batalla contra la Covid-19 ‘tienen que quedarse para siempre’ y cuales habrá que incorporar y, otras, desterrar.

Mencionó algunas formas de gestión y propiedad; el redimensionamiento del sector empresarial y del privado; y la adecuada relación que debe haber entre ambos, de lo cual, apuntó, ‘tenemos buenas experiencias en estos momentos de la pandemia’.

Hay que tener valentía y tenemos que hacer cosas diferentes, haciendo lo mismo no vamos a resolverlo, ni vamos a avanzar más, enfatizó el jefe de Estado. (Prensa Latina)