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Cuba impulsa empleo de bioproductos en la agricultura

La Habana, 27 ago.- Cada vez son más las naciones que abogan por el uso de productos orgánicos de origen natural para la fertilización y la protección de los suelos, en detrimento del empleo de formulaciones químicas que, si bien son más efectivas y tradicionales, también se vuelven más costosas y dañinas para la salud humana y vegetal.

Cuba no es la excepción, y en su contexto actual es una realidad que, además de la necesidad de reducir los químicos y acudir más a los agentes de origen natural, la compleja situación económica, unida al impacto del bloqueo, ha reducido drásticamente las posibilidades de financiamiento para importar los fertilizantes, estimulantes y plaguicidas que requiere la agricultura, a fin de producir los alimentos que demanda la nación.

Aunque el origen de los bioproductos para la obtención de alimentos en Cuba se remonta a décadas, recientemente, a partir de la aprobación e implementación del Plan de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, se le dio impulso a un nuevo programa para el desarrollo y uso de estas formulaciones orgánicas, con la novedad del enfoque local incorporado al sistema de trabajo.

Sobre el Programa, Dagoberto Rodríguez Lozano, director de Suelos y Fertilizantes del Ministerio de la Agricultura (Minag), aseveró que “es prácticamente una necesidad imperiosa, a partir del déficit de fertilizantes y, por otra parte, estamos implementando las normas de suelo que llevan a un uso más eficiente de estos productos, y también las normas de bioproductos recientemente aprobadas, que van cerrando las brechas que pudieran existir para el desarrollo actual y futuro del uso de los bioproductos en Cuba”.

Precisó el directivo que este Programa tiene dos grandes aristas que abarcan tanto los biofertilizantes, bioestimulantes y bioplaguicidas de producción y escalado industrial, como los productos orgánicos de fabricación local.

La primera arista, detalló, tiene que ver con las plantas industriales, donde se escalan los diferentes compuestos que salen de los institutos de investigaciones para estas plantas, y de ahí son dirigidos a los balances nacionales.

De ese plantel industrial, indicó, la base está ubicada en el Grupo AzCuba, que produce para la caña de azúcar y el resto de las producciones del país, y en el Grupo Empresarial Labiofam, que fabrica para los cultivos del Minag y también para los de AzCuba.

En este apartado existe otra red de producción, a escala más pequeña, en las universidades, centros de investigación y laboratorios estatales, que producen una pequeña cantidad de bioproductos destinados a investigaciones y producciones.

Sobre las inversiones para disponer de grandes plantas, precisó el Director de Suelos y Fertilizantes del Minag que para este año deben realizarse las primeras pruebas de la fábrica con sede en el Grupo Labiofam, en La Habana.

Para una segunda etapa, el próximo año se prevé la conclusión de otra planta en Villa Clara, con la que se llegaría, junto a la de La Habana, a cubrir el 100 % de la demanda de bioproductos industriales. En una tercera etapa estaría otra planta en Bayamo, Granma.

Asimismo, para llegar a los productores, existen tres cadenas logísticas grandes, una a través del sistema logístico del Grupo Gelma, con más de 250 centros comerciales en el país y microcentros en cabeceras de provincias y municipios; Labiofam, también cuenta con una cadena de tiendas en las que pone a disposición sus productos; y AzCuba, con una cadena logística a través de su empresa Azumat.

Así –subrayó el directivo– cierra el ciclo: desarrollo en los institutos-escalado industrial-cadena logística hacia el productor. No obstante, señaló, este no está exento de problemas. Hoy existen ciertos atrasos en los planes a causa de fallas, sobre todo en la materia prima para los envases en el escalado industrial. (Tomado de Radio Cadena Agramonte)