Cuba contra la Covid-19, cuidemos a quien nos cuida

La Habana, 18 abr.- Un intenso aplauso de gratitud reciben cada noche, justo a las 21:00 hora local de Cuba, todo el personal de salud.

Sin dudas, un merecido reconocimiento a su esfuerzo y sacrificio para frenar la pandemia por el virus SARS-CoV-2.

Hasta la fecha dos millones 29 mil 930 personas se han contagiado en el mundo con la Covid-19, causada por este nuevo coronavirus, y 136 mil 320 perdieron la vida, lo que eleva la letalidad de la enfermedad a 6,71 por ciento.

En Cuba, en poco más de un mes ya se reportan 923 casos confirmados, de los cuales 31 fallecieron, y según los expertos aún no se alcanza el pico máximo, pronosticado para el mes de mayo.

Ante este panorama, estudiantes, profesionales y técnicos vinculados al sector de la salud trabajan sin descanso para evitar la propagación de la enfermedad y cualquier pérdida humana.

Los que desarrollan su labor en los centros de aislamiento permanecen allí durante 14 días, lejos del calor de su hogar y el cuidado de sus seres queridos.

Por otro lado, los que se desempeñan en la Atención Primaria de Salud atienden los pacientes en las comunidades, a los más vulnerables los visitan en sus casas, realizan las pesquisas y sus guardias hospitalarias.

Incluso, algunos deciden ir más allá y con iniciativas propias refuerzan la batalla contra este enemigo.

Por ejemplo, Liset Morillo y Luis Olivero son dos jóvenes médicos que en los últimos días han dedicado parte de sus horas de descanso a ayudar a los pacientes más vulnerables. Tomando todas las medidas de protección posibles, ellos les llevan a sus casas los medicamentos imprescindibles.

El cansancio después de visitarlos a todos y al finalizar una larga jornada de trabajo es recompensado con la sonrisa, las palabras o el gesto de agradecimiento de ese viejito, que en la mayoría de los casos vive solo.

Estos jóvenes médicos también tienen familiares a quienes cuidar, problemas personales, necesidades básicas como cualquiera de nosotros; pero ante todo sienten un gran amor por la vida, por sanar y cuidar a sus pacientes, y cumplir con la labor humanista que guía su profesión.

Asimismo, un gran número de profesionales cubanos de la salud se encuentra hoy en diversos países del mundo apoyando la lucha contra la pandemia.

Allá, ellos enfrentan al enemigo confiados en sus conocimientos y preparación. Aquí, en la mayor de la Antillas, sus familiares y el pueblo esperan su regreso, seguros de la victoria.

Otros profesionales y técnicos de diferentes ramas tampoco pueden quedarse en casa con los suyos, pues realizan acciones vitales para frenar el aumento de contagios y garantizar el funcionamiento del país.

¿Qué podemos hacer, desde lo personal y colectivo, para retribuirles su esfuerzo, para cuidarlos también a todos ellos?

El aplauso diario es un bonito gesto, un halago reconfortante e impulsor para seguir adelante.

Pero sin dudas ellos agradecerán más que te quedes en casa o al salir, por necesidades imperiosas, tomes todas las medidas necesarias.

En los últimos días, las autoridades sanitarias cubanas llaman la atención sobre la presencia de casos positivos a la Covid-19 de forma asintomática.

Se sigue poniendo de manifiesto el número de personas que portan el virus y permanecen sin síntomas, así como el riesgo que representan pues son difíciles de detectar, alertó el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología en el Ministerio de Salud Pública.

Reiteramos, subrayó, la necesidad de cumplir las medidas orientadas, sobre todo el distanciamiento social, única vía efectiva hasta el momento para contener la propagación.

Al cuidarte tú, cuidas a tu familia, a la comunidad, al país y retribuyes el esfuerzo de todos los que se arriesgan para acabar con la pandemia.

De esta forma, podremos ganar la batalla contra el enemigo mortal y estaremos todos, nuevamente juntos, en un gran aplauso por la vida. (Prensa Latina)