La Cenicienta, grato divertimento

La Cenicienta, grato divertimentoDespués de un largo tiempo sin pisar las tablas de la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana, se apoderó de ellas la comedia-ballet  La Cenicienta, coreografía de Pedro Consuegra, inspirada en el cuento homónimo de Charles Perrault, con su carga de alegría, colorido y, sobre todo, juventud.

Porque en la reciente temporada del BNC, noveles bailarines comenzaron a "vestir" los disímiles personajes de este grato divertimento que ya ha adquirido el lustre que logran las obras cuando pasa el tiempo y se bailan.

En esta Cenicienta —en dos actos y cuatro escenas, estrenada en 1996—, que cuenta con diseños de Armin Heinemann, y música de Johann Strauss (hijo), el coreógrafo creó un argumento teatral contemporáneo, tomando ciertas libertades en relación con el plan original, enriqueciendo los aspectos técnicos y dramáticos.

Aquí se mueven los mismos personajes, todos importantes y protagónicos, en los que hay una acción dramática continua. Greta, en las dos jornadas comentadas, alcanzó variados matices. Anette Delgado estuvo casi perfecta. Con su hermosa línea, y una técnica deslumbrante, destacó por las extensiones, saltos y poses, así como por el fraseo con su compañero, Joel Carreño (Príncipe Gustav), siempre atento al baile para lograr una perfecta armonía de pareja. En sus solos, Joel bailó con desenfado, mostró sus cualidades técnicas indudables, aunque tuvo algún que otro pequeño contratiempo.

La consagrada Bárbara García brilló por su interpretación, ese estilo que emerge en cada personaje tocado por ella, e instantes de alto vuelo en el baile aprovechando toda posibilidad sobre la base técnica. Su Greta fue espléndida, y a su lado, Javier Torres (Gustav) con un biotipo ideal, produjo una caracterización de perfil y matices propios. Sin superlativos, su príncipe convenció en escena. El Hada Rava, en la piel de Sadaise Arencibia se consolida cada vez más, y encuentra una artista perfecta, porque sus dotes físicas son idóneas para el quehacer escénico del personaje diseñado por Consuegra. La juvenil Marlén Fuerte, en su debut en el difícil personaje desató también fuertes aplausos por su trabajo. Ella no solo demostró virtuosismo, sino también produjo una actuación destacada.

Punto neurálgico de la obra es Leontyne, la madrastra de Greta que en nuestra versión ha tenido en el tiempo grandes ejemplos. Sin ánimo de comparar, los jóvenes bailarines Ernesto Díaz y Leandro Pérez le dieron vida en escena, cada uno otorgando una visión personal, a pesar de ser el debut en el papel. Sin embargo, el primero le aportó demasiada hilaridad, saliéndose por momentos del estilo, el segundo, más contenido y ajustado. Hay que buscar el término medio, guiarse por la mesura, pero al mismo tiempo armarse de una dosis de buen histrionismo, porque es un difícil personaje, muy cercano pero diferente a la mamá Simone de La fille¼ , que deben "bordarse" con cuidado para no pecar en ningún extremo. Ellos demostraron tener condiciones. Hay que darles tiempo. Por los terrenos de la actuación caminan también las hermanastras: Ivette y Lanchón, que encontraron buenas intérpretes en Lissi Báez/Jessie Domínguez, el primer día (ojo con exagerados maquillajes), y el segundo con Gretel Morejón/ Regina Hernández. Todas dieron el máximo en escena.

Osiel Gouneo confirmó su clase en el maestro Toucour, y Alfredo Ibáñez —también debutante en el papel— entregó una simpática caracterización, y demostró estar preparado para el mismo rol, donde además de la danza ponen en juego sus muchas travesuras. Algo similar a lo demostrado por Yonah Acosta en Waldemar con un fluido baile. Raúl Mazorra que había realizado una loable faena, en la coda se desajustó de la coreografía. Un aplauso especial para José Lozada como solista de las Czardas. El cuarteto de la danza española en ambas funciones fascinó al auditorio con el colorido y perfección de sus movimientos. Y el cuerpo de baile, más allá de alguna que otra imperfección, fue elemento fundamental a la hora de estructurar el espectáculo. Yolanda Torres/Ernesto Álvarez y Viengsay Valdés/Elier Bourzac asumieron los papeles principales en las otras funciones.

(Tomado de Granma)