Fondos buitre ponen en riesgo a economía argentina

La Habana, 27 jun. -La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre los fondos buitre vinculados a Argentina despiertan preocupaciones generalizadas, por poner en riesgo su economía y a los acreedores que accedieron a reestructurar la deuda.

Tras el fallo de esa instancia judicial estadounidense, las autoridades argentinas consideran que el estado financiero del país es extremadamente serio.

Un fondo buitre tiene el objetivo de comprar títulos de deuda en una situación económica difícil, a precio basura, para luego litigar en los foros internacionales y exigir cobrar la totalidad del valor de esos bonos.

Según los analistas la especulación es la principal fuente de enriquecimiento que se mueve alrededor de ese proceso.

Al respecto, el ministro argentino de Economía, Axel Kichillof, afirmó esta semana en las Naciones Unidas que la situación es delicada para su país y para el sistema financiero internacional.

Para entender el difícil entorno creado por esta situación hay que recordar que Argentina incurrió en una deuda de aproximadamente 100 mil millones de dólares estadounidenses en 2001 y 2002, cuando sufrió un colapso económico producto de las desregulaciones neoliberales.

Desde entonces, ha reestructurado esa deuda en un acuerdo aceptado por más del 90 por ciento de los titulares de esos bonos, conocidos hasta hoy por fondos buitre.

No obstante, el resto de los acreedores exigió más dinero, y ganó una sentencia en 2012 por mil 330 millones de dólares, que ahora es respaldada por la Corte Suprema de Estados Unidos

Con anterioridad a esta última decisión, la nación suramericana logró un acuerdo con el Club de París para saldar alrededor de nueve mil 700 millones de dólares a lo largo de los próximos cinco años.

Este consenso resolvió el impago récord del país y allanó el camino hacia una financiación internacional que se necesitaba con urgencia. También ayuda a Argentina a rebajar sus altos costes por intereses.

Los principales acreedores de Argentina en ese grupo son Alemania, con 30 por ciento; y Japón, con 25 por ciento, mientras el resto de la deuda se reparte entre España, Holanda, Italia y Estados Unidos.

La más reciente decisión implica que se obligue a Argentina a pagar en las mismas condiciones que a los fondos buitre unos 120 mil millones de dólares, que es el monto estimado de la deuda reestructurada.

Argentina busca negociar con estos fondos porque compraron la deuda en default, para evitar que le embarguen el dinero destinado al pago a prestamistas que aceptaron canjes de deuda en 2005 y 2010, y a los cuales debe pagar el 30 de junio unos 900 millones de dólares.

Pero exige negociaciones justas y balanceadas para hallar una solución.

Por tal motivo el titular de Economía advirtió que la actitud de los fondos buitre pone en riesgo a la nación e implica un peligro para los procesos de reestructuración de deuda que se realizan a nivel mundial.

"Argentina quiere seguir pagando su deuda reestructurada, pero no la dejan. Es un caso inédito, insólito, porque nos han impuesto determinadas condiciones que ponen en riesgo no ya la reestructuración sino la economía en su conjunto, pone en riesgo al país", dijo Kicillof.

También la presidenta Cristina Fernández consideró que "los fondos buitre ponen en peligro el sistema financiero internacional, no por una cuestión Norte-Sur, sino por una cuestión de que enfrentan una economía de la producción contra una de la especulación".

Hasta el momento más de 80 países han expresado su apoyo al gobierno argentino en su reclamo y varios organismos com el Grupo de los 77+China, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el Parlamento del Mercado Común del sur.(PL)