Reconocidos humoristas dejan su impronta en Santa Cruz del Sur (+ Fotos)
A propósito de los 500 años de Camagüey, los reconocidos humoristas de la televisión cubana José Ricardo Téllez Fernández (el Jose), David Hernández Rodríguez (Electricistio) y Luis Enrique Carreres Ortíz (Pillo), actuaron recientemente para el público santacruceño en el cine Najasa de esta localidad, donde no quedó espacio vacío para apreciar de cerca el destacado desarrollo profesional de estos carismáticos artistas.
La visita a la localidad se debe a las filmaciones hechas en Camagüey del proyecto A otro con ese cuento, que desplazó a Pateando la lata, un regalo en altos quilates al medio milenio de la urbe Principeña, celebrado este dos de febrero.
Estos tres bienvenidos visitantes se hicieron acompañar por Yosvani de Francisco Ballester, El Pitufo de la Risa,, quien ha conducido en otras oportunidades, a otros cómicos y artistas dramáticos hasta estos predios.
La espiritualidad se desbordó de contagiosas sonrisas, más del tiempo establecido (una hora) en sendas jornadas nocturas El gozo fue el elogio mayor de los espectadores a esos que por voluntad propia vinieron hasta aquí a dejar sembrados chistes y cuentos como reafirmación de nuestra identidad.
Hablando con los protagonistas…
A través del humor se educa culturalmente al pueblo y se nutre el espíritu, lo que hace fortalecer valores y formas adecuadas del comportamiento social. El humor seguirá siendo instrumento eficaz de concientizacion ante los nuevos retos que tiene el país con la implementación de su modelo económico, político y social. ¿Qué opinan ustedes?
Daniel – Yo pienso que el humor va ser siempre como alguien dijo, un látigo con cascabel en la punta. Se debe criticar constructivamente todo lo que esté mal hecho en la sociedad cubana, pero como artistas que somos, lo hacemos con el ánimo de buscar soluciones, nunca para destruir. El humor es un arma muy eficaz para combatir lo mal hecho, combatir la corrupción. Los cambios que están ocurriendo en el país son positivos y muy buenos…
“La risa fortalece el alma a cualquier persona, y a través de ella se logra mejorar los estados de ánimo”.
Jose – Puedo decir: ¡Gracias a la vida que me ha dado tanto! El humor es un mecanismo que utilizamos los cubanos… es una medicina natural para curar el alma cuando se hace para bien. Nosotros los cubanos cuando peor estamos mejor nos sentimos, pues les sacamos lasca al problema optimistamente.
“Los humoristas cubanos respetamos nuestro trabajo, manteniendo la ética y la profesionalidad en todo momento, para llegar al pueblo como éste desea para entre todos echar para adelante la Revolución desde la cultura, como espada y escudo de la nación”.
Luis Enrique – En momentos como estos el país necesita mucho del apoyo de todos los cubanos. Como artistas nos debemos al pueblo y a la Revolución. El país está haciendo muchos cambios para el bienestar de todo el mundo.
“A nosotros los comediantes nos toca trabajar y trabajar bien para contrarrestar lo incorrecto, combatir aquellas cosas nocivas y fomentar el amor. Vivimos en un país con muchos privilegios; carencias, pero me siento orgulloso de vivir en Cuba, donde aporto esfuerzo cultural a fin de avanzar todos unidos. Esta es nuestra trinchera”.
– ¿Cuánto puede repercutir en la vida de un humorista no recibir el reconocimiento del público en un determinado momento, cuando el objetivo trazado no llega a los espectadores?
Daniel – Busco la manera de darle al público todo lo mejor cuando salgo por la televisión con mi personaje Electricistio, y así lo hacen todos los compañeros que laboramos en el nuevo proyecto A otro con ese cuento, ya conocido a través de la televisión cubana.
“En cada plaza donde llegamos procuramos darlo todo, pues incumplir las expectativas de la gente que viene a vernos en cualquier lugar del país, es una derrota profesional. Cuando no se está preparado para actuar o las cosas establecidas para el espectáculo no están “amarradas” como se debe, es mejor no hacer nada, pues la mediocridad no liga con el humor ni con ninguna otra manifestación de la cultura.
“Cuando algo no sale bien, o no se logra salir satisfecho del trabajo realizado, duele mucho. Pero cuando la gente se ríe y se divierte es porque el mensaje ha llegado”.
Jose – Nadie va a las plazas, cines o teatros obligados, van a vernos, a reir y aplaudir llenos de satisfacción, por lo tanto eso amerita respeto.
“Tengo un ejemplo muy personal te lo cuento: Mi mamá falleció un 25 de septiembre del año 1990, y el 27 de ese mismo mes, si mal no recuerdo, cayó viernes, trabajé todo ese fin de semana en el cine teatro Acapulco, y nadie del público me vio triste, pues de mi sólo salió el humor entero, aunque interiormente no me sintiera bien. A nosotros nos pasa lo mismo que a todo el mundo…”
Luis Enrique – La aspiración de todo artista es que su trabajo quede bien, que el público se sienta lleno de regocijo. Cuando lo previsto no sale bien, eso nos quita el sueño. Esas cosas suelen pasar siempre ajenas a la voluntad del artista por equis motivos. De hecho aquí en Santa Cruz del Sur, por suerte, no nos ha pasado. Nos hemos sentido en un calor humano infinito, lográndose que el intercambio de los artistas hacia el público y viceversa, fuera parejo, Regalamos espiritualidad, y los santacruceños nos dieron familiaridad.
– Nosotros los cubanos nos reímos de nuestras propias dificultades cotidianas. ¿Somos entonces humoristas en el gran escenario de la vida?
Daniel – He tenido oportunidad de viajar por otros países… como el cubano no hay otra persona en el planeta. La cuestión está en que llevamos en la sangre lo picaresco, lo de ser jaraneros…
Jose – Somos una mezcla de razas. Somos latinos, caribeños, somos así… hablamos en alta voz, somos hospitalarios. Por eso somos tan identificados en el mundo. Pero somos Cuba.
Luis Enrique – El cubano se enfrenta a la cotidianidad y ante las adversidades se ríe y sigue para adelante, siendo incluso mejor ser humano. Yo soy de los que digo que a mal tiempo buena cara. Es la única manera de enfrentar no sólo los problemas sociales, también los familiares, para enfrentar cada situación de la manera más clara. Hay que buscar el humor y reírse uno mismo de las cosas que ameritan reírse. Se vive entonces mejor, con más salud.
– ¿Hacia dónde deben ahora direccionar el trabajo los humoristas de esta Isla, para que como señalara Raúl, nuestro país no solo sea instruido sino culto?
Daniel – Sí podemos llegar a ser más cultos, las condiciones están creadas. Cada día debemos superarnos más, llevarle al público mejores cosas. El pueblo se ha ido superando, hay una cultura extraordinaria.
Jose – En los años 90 casi todos los universitarios estuvimos en el movimiento humorístico, por eso considero que el humorista debe ser una persona inteligente, culta, sabia. El humorista debe estar siempre al tanto de todo, de la sociedad, del clima, de todo, para hacer humor de verdad.
“Nuestra Revolución le ha dado la oportunidad a todo el mundo de estudiar, y el que no ha querido superarse es porque no lo ha deseado. Le agradezco a la vida haber nacido en esta patria… en La Habana, y a pesar de ser una persona con una estatura 1.36 centímetros, ser de raza negra, llegué a estudiar en la Universidad de la capital Diseño Industrial. Aquí tenemos ese derecho por igual a estudiar, sin mirar el color de la piel, ni los problemas físicos”.
Luis Enrique – El trabajo del comediante en Cuba es para formar a las personas. Debemos rescatar muchos valores perdidos en la sociedad. Es importante la labor educadora con la niñez, la adolescencia y la juventud, pues serán el relevo. La instrucción y la cultura deben ir a la par, eso nos conlleva a tener valores más puros. Ser en todo momento un buen cubano como padre, hijo, compañero, esposo, trabajador. Revolucionarios a carta cabal.
– ¿Se sintieron bien acompañados con el público santacruceño?
Daniel –A pesar de actuar para una masa de espectadores tan heterogénea, la disciplina fue grandiosa. Hubo mucha organización.
Jose – Nos vamos muy agradecidos. ¡Un besote grande para este pueblo!
Luis Enrique – De Santa Cruz del Sur me voy super alegre, super contento. Es un pueblo lleno de hospitalidad. Me quedé encantado. Me he sentido como en mi propia casa. Cuantas veces sea necesario volveré para dar un granito como artista. Es una localidad afectada en más de una oportunidad por fenómenos climatológicos, sin embargo la gente sigue siendo buena, solidaria. Es una población llena de valor.
(Raúl Reyes Rodríguez/ Colaborador de Radio Santa Cruz)