¿Crisis del cambio climático?
Las expectativas proliferaron cuando en 1997 comenzó la firma del Protocolo de Kyoto para la emisión hasta 2012 hacia la atmósfera de solo el 95 por ciento de los gases nocivos y de efecto invernadero en relación con 1990.
Algunos expertos afirman “que es la mejor propuesta ecológica de las últimas décadas, pero que no deja de ser una vulgar y gigantesca estafa, que ya vamos sabiendo, jamás vera la luz y que aunque la viese no supondría mejora alguna para el lamentable y cada vez mas degradado estado de nuestro planeta”.
En cifras de millones de toneladas de gases, los seis principales emisores del planeta son: EUA con 2530, seguido de China 2430, Rusia 600, India 529, Japón 363 y Alemania con 323. Tales cifras alarman al más cauto y no son nada alentadoras para atenuar el cambio climático.
Si se analizan las emisiones por habitantes, “los australianos ocupan el primer lugar mundial, ya que producen cinco veces mas dióxido de carbono que los habitantes de China. Los estadounidenses están en el segundo, con ocho toneladas de dióxido de carbono por habitantes, 16 veces mas de lo que contamina un ciudadano indio”.
América Latina tiene un respiro “en tal competencia” de emisión de gases contaminantes, ya que la mayoría de su generación de energía es básicamente por medios hidroeléctricos.
En 2007, la Conferencia de Bali constituyó el escenario de una espectacular voltereta de último minuto, en especial de los Estados Unidos, no firmante de los acuerdos de Kyoto de 1997 y que allí “acepto limitar” sus emisiones de gases invernadero.
El Protocolo de Kyoto compromete a 36 países industrializados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que generan principalmente la quema de combustible fósiles en un cinco por ciento de los niveles del 1990 para 2012.
Poco después, el gobierno norteamericano expresó que “no tiene intención de ratificar el Tratado de Kyoto, debido a los elevados costes internos que implicaría la aplicación del convenio y también por el hecho de que países como China y la India están exentos de su aplicación”.
Una justificación semejante condujo al ex presidente George W. Bush evidenció la prepotencia, el individualismo y la subestimación hacia los demás del sistema capitalista, cuando señaló: “me parece que no es realista, no esta basado en principios científicos”.
Ahora, la crisis económica mundial puede afectar los esfuerzos por contrarrestar el cambio climático al disminuir la cuantía de los recursos que se dedican a la conservación medioambiental. Para algunos hay otra cara positiva de la crisis y es la caída del consumo mundial de los derivados del petróleo.