El bloqueo yanqui a Cuba y el refranero popular

El bloqueo yanqui a Cuba y el refranero popularSi algo positivo ha generado el bloqueo de los gobiernos norteamericanos de turno a Cuba, en más de medio siglo de acoso, es un gran poder de resistencia ante tamaña injusticia, condenada una y otra vez en la Organización de Naciones Unidas por una abrumadora mayoría de países, reflejo del mandato de sus pueblos, ante lo que bien puede decirse que no hay mal que dure cien años, ni administración yanqui que lo resista.

Si de rendir a los cubanos con enfermedades introducidas en la Isla se trata, siempre han estado a mano jarabes y remedios caseros, a partir de la medicina natural y tradicional hecha llegar a tiempo por la diligente vecina, conocedora de los poderes de las hierbas curativas, emplastos u otros mejunjes que sanan o alivian diversos males, acción que muy bien pudiera sintetizarse con aquello de que tu hermano es tu vecino más cercano.

No se puede dejar de mencionar el trágico saldo de fallecimientos que trae como consecuencia el criminal cerco estadounidense en más de cinco décadas, con el lamentable resultado de muertes infantiles que han llenado de luto a no pocos hogares a todo lo largo y ancho de la geografía cubana, víctimas de virus u otras enfermedades introducidas, pero que nunca han levantado entre los cubanos un sentimiento de venganza o revancha, porque siempre donde manda la razón, obedece la pasión.

En estos años de duro batallar contra la agresión, presente en la cotidianidad cubana, hacernos claudicar por hambre ha sido constante de los gobernantes yanquis, con el apoyo decidido de la mafia contrarrevolucionaria de Miami y las gestiones de algunos “amigos” que aconsejan claudicar, aunque sabemos muy bien que muchos que parecen corderos, son lobos carniceros.

A ello el pueblo cubano se enfrenta con disímiles variantes, enriquecidas en la etapa más crítica del llamado período especial, cuando hasta la toronja empanizada y frita con manteca de puerco remedaba el bistec, y la cáscara de plátano burro se molía para convertirla en picadillo, aderezado con bastante comino -criollo por cierto-, ajo y salsa de tomate, y la máxima de que a falta de pan, casabe.

Se hace interminable la lista de acciones contra el pueblo de Cuba, generadas en las truculentas mentes de los tanques pensante de la Inteligencia de los Estados Unidos, quienes por más de 50 años urden, cada vez más refinadamente y ahora con el apoyo interno de algunos mercenarillos mal pagados, planes para que renunciemos al proyecto socialista que hemos escogido, sin darse cuenta que nuestra tenacidad está sustentada en aquello de que la constancia es la virtud por la que todas las cosas dan fruto.

Desde la clarinada libertaria contra el yugo español del 10 de octubre de 1868, pasando por la campaña del ‘95, la gesta del 26 de julio de 1953, la lucha en la Sierra Maestra y el triunfante 1º de enero de 1959, el sentido independiente del cubano ha matizado toda una larga historia combativa, en la que no ha faltado su sandunga innata a la hora de enfrentarse a cualquier adversidad, incluido el combate con las armas en la mano, pero siempre confortado con aquello de que al mal tiempo, buena cara, pues nacimos para vencer, y no para ser vencidos. (Imagen: JR)