Japón ratifica el poder asiático en el béisbol mundial
Los Angeles, Estados Unidos, 23 mar .- El equipo japonés venció ayer por 9-4 a Estados Unidos en el Dodger Stadium de esta ciudad y ratificó el poderío asiático en el Clásico Mundial de béisbol.
Los japoneses superaron ante los estadounidenses el último escollo de cara a la final y saldrán mañana a defender la corona en el más importante torneo del béisbol.
El desafío pareció cuesta arriba para los asiáticos, cuando en el mismo capítulo inicial el segunda base de los Orioles de Baltimore Bryan Roberts le disparó jonrón al derecho Daitsuke Matsuzaka.
En el segundo igualó Japón en las piernas de Atsunori Inaba, remolcado por elevado de sacrificio del receptor Kenji Johjima, y aunque los estadounidenses se adelantaron en el tercero, fue solo momentáneamente.
En el cierre del quinto, los japoneses hicieron caso omiso a la efectividad del derecho Roy Oswalt y marcaron cinco veces, suficientes para decidir el partido.
Otra vez el catcher Kenji Johjima remolcó una con fly de sacrificio, en un episodio de cinco hits y un error del camarero Roberts.
Estados Unidos reaccionó en la alta de la octava y marcó dos veces, remolcadas por triple de Mark DeRosa pero el recién incorporado Evan Longoria cedió el segundo out de emergente por Cutis Granderson y Roberts cerró la entrada con batazo inofensivo al lanzador.
Los japoneses aprovecharon un error del torpedero Derek Jeter en la baja de la octava, con dos outs, para anotar otras tres veces, la segunda remolcada por cañonazo del jardinero derecho Ichiro Suzuki, quien después pisó la goma por doblete de Hiroyuki Nakayima.
Matuszaka, que trabajó cuatro entradas y dos tercios, con dos carreras permitidas, cinco hits, cuatro ponches y tres bases por bolas, se apuntó su tercer éxito del torneo, su sexto en la historia del Clásico Mundial.
Oswalt, quien solo estuvo en el box tres entradas y dos tercios, encajó seis anotaciones, cuatro de ellas limpias, con media docena de imparables, una base y un ponche.
Mañana, Japón enfrentará a Surcorea, en el quinto enfrentamiento entre ambos en el Clásico, una historia que se inició en el Tokio Dome de la capital nipona y se extendió después al Petco Park de la ciudad estadounidense de San Diego.
En Tokio, cada equipo cosechó un triunfo, pero los surcoreanos finalizaron como dueños de la llave, similar situación a la vivida en San Diego, con un éxito por bando y los coreanos como segundos del grupo.
Japón busca retener la corona del Clásico y Surcorea apuntalar una vez más a su béisbol, ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing-2008. (PL)