Educadores de la Enseñanza Especial entregados a la profesión

Los rasgos físicos que nos diferencian de nuestros similares, en ocasiones, con miradas más tiernas e inocentes hicieron posible la aparición de un claustro que con mucha humanidad dedicara tiempo profesional a educar y fundamentalmente a brindar amor a los pequeños que permanecen en la enseñanza especial.

Este 4 de enero ese tipo de educación priorizada en el país arriba a su 50 aniversario de establecida, impulsados por la entrega y comprensión, los maestros que en ellas laboran se involucran en los juegos, proyectos culturales y de aprendizaje de los infantes que por cuestión de la vida se enfrentarán a otro tipo de contexto cotidiano.

Desde ese nuevo círculo social en que se desenvuelven, niños y adolescentes, aprenden a relacionarse entre sí, a interactuar con otros y en ocasiones llegan a la rehabilitación.

Sus discapacidades no le impiden las alegres sonrisas de una infancia feliz, en las escuelas, su otra casa, se cultivan además ante las labores domésticas de orden, arreglan sus camas y mochilas, también se alistan para mantener la higiene, a utilizar sus utensilios personales, pero siempre guiados de la mano de la experiencia en el arte de educar.

La complicidad entre infantes, maestros y auxiliares los compromete a unos con los otros, y es así como pasan los días, entre niños con atenciones especiales y profesionales entregados al humanismo y la empatía, acompañados de la responsabilidad que conlleva una enseñanza priorizada, porque el ritmo de adquisición de conocimientos es de modo distintivo, es desde esos espacios que se cultivan los más sensibles e importantes valores de la sociedad.  

Reciban los educadores de la enseñanza especial en Cuba y principalmente los de la escuela Tania la Guerrillera en Santa Cruz del Sur, la felicitación especial, por brindar afecto, amistad y formación, a los pequeños que requieren mayor dedicación. (Yamile Agrenot Castillo / Radio Santa Cruz)