Barbados, crimen con 35 años de impunidad
Al pueblo de Cuba le ha tocado vivir en estos más de 50 años de Revolución, momentos duros y tristes que han pasado a ser por su connotación, históricos, e imborrables por la carga emocional de la que han impregnado la realidad en cada ocasión: la desaparición física de Camilo Cienfuegos, la explosión de La Coubre, la muerte del Che en Bolivia y el monstruoso crimen de Barbados, que costó la vida a 73 inocentes cuando el 6 de octubre de 1976 una nave de Cubana de Aviación explotó en pleno vuelo a causa de un atentado terrorista.
A 35 años del crimen, uno de los autores intelectuales, Luis Posada Carriles, culpable y confeso, cínicamente orgulloso de tal barbarie, sobrevive y se pasea tranquilamente por las calles de Miami, sin que ninguna autoridad competente vea en él peligro alguno para la seguridad de los Estados Unidos u otro país. El otro, Orlando Bosh, partió de este mundo sin haber pagado a la justicia terrenal por este y otros crímenes.
Aquel 6 de octubre el odio y la venganza se ensañaron en vidas inocentes, la mayoría de jóvenes cubanos deportistas que volvían a casa cargados de medallas, y extranjeros: 11 guyaneses que venían a Cuba a estudiar medicina y 5 funcionarios de la República Popular Democrática de Corea.
La muerte cobró otro tributo a la desvergüenza infinita de quienes acogieron como héroes, entrenaron y permitieron actuar con total libertad, a elementos de origen cubano que esgrimieron el terrorismo como arma de lucha en contra de sus compatriotas. Los mismos que luego, siempre con el beneplácito imperial, extendieron el terror hacia los países de Latinoamérica en tiempos de dictaduras, como soldados asalariados de la CIA, en cuyo servicio engrosaron los expedientes que tan fielmente hoy cuida la Agencia, para no verse involucrada explícitamente en asuntos que bien pudieran devenir acusaciones e ir a parar en el Tribunal Internacional de La Haya.
¿Por cuántos años más tendremos que esperar la justicia?
¿Por qué en territorio de Estados Unidos se protegen a terroristas confesos, si supuestamente su gobierno tiene una cruzada mundial contra este flagelo?
O, ¿por qué se encarcela a los verdaderos luchadores contra el terrorismo, como lo son Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Gerardo Hernández, René González y Fernando González, internacionalmente conocidos por Los Cinco?
¿Alguien se ha puesto a pensar en el vecino país, cuántos Barbados evitaron nuestros compatriotas prisioneros?
¿Cuándo la justicia y la verdad serán la regla y no la excepción en un país donde sus propios ciudadanos califican de “estatua” a la libertad?
En fin, las respuestas a estas interrogantes pasan por la calificación de “imposible contestar”, para una administración que resuelve todo a punta de cañones y de “no sé” para un pueblo cuya opinión se funda en la distorsión que hacen los grandes emporios mediáticos de la información.
A 35 años del crimen no queremos venganza, seguimos reclamando justicia.
¡Justicia para las víctimas de Barbados!
¡Justicia para las víctimas de atentados terroristas, de guerras absurdas!
¡Justicia para Los Cinco Héroes!
¡Justicia para todas las víctimas del terrorismo de estado!
(Iliana Pérez Lara/ Radio Santa Cruz)