Cinco Héroes volverán cuando la libertad toque la tierra
Amanece en Cuba y Estados Unidos. Cinco patriotas de la Isla se levantan en cinco prisiones diferentes en una rutina que dura ya demasiado tiempo. Están acusados de espías, pero son héroes, verdaderos, de carne y hueso. Las rejas los separan del mundo exterior desde hace trece años, la injusticia y la mentira campean por su respeto en su afán inútil de hacerlos claudicar.
Sus derechos son pisoteados a cada paso, no hay perdón para quienes prefieren la cárcel a la traición. No hay bondad ni tolerancia para quienes piensan diferente. La tortura alcanza también a sus familiares más cercanos, a sus amistades y a todo un pueblo que les agradece su sacrificio, pues sabe que ellos representan a Cuba y en ellos se vengan los que no han podido doblegarla.
El mundo se levanta y la solidaridad escala las cimas más altas para plantar las banderas de la libertad y el amor. También desciende a las profundidades del mar, pues no puede quedar un solo palmo del orbe sin conocer que cinco cubanos son reos arbitrarios en el más cruel de los imperios que este mundo haya conocido jamás.
En la soledad de sus celdas les acompañan millones de compatriotas y miles de amigos de todas partes. Sus carceleros y compañeros de pena les admiran, públicamente o en secreto, saben que ellos son inocentes. Saben que Cuba tiene derecho a defenderse de quienes intentan enlutar a sus familias, como tiene derecho cualquier país.
¿Acaso no es en nombre de ese derecho –aunque los verdaderos motivos sean otros- que los propios Estados Unidos se han lanzado a guerras contra países que supuestamente amenazan su seguridad?
¿Acaso ellos mismos no tienen miles de agentes encubiertos y espías descarados por todo el planeta?
No se puede actuar como lo hacen los hipócritas: hagan lo que yo digo pero no lo que yo hago. O prepotentemente: yo sí puedo, los demás no. O decidir cuál terrorismo es bueno y cuál es malo, quiénes son terroristas y quiénes héroes.
La “justicia” norteamericana condena a largas penas a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González, quienes lucharon contra el terrorismo. La misma “justicia” protege, rinde homenaje y estimula a quienes desde territorio estadounidense han planeado, promovido y ejecutado actos terroristas que han cegado la vida a muchas personas, no solo en Cuba, también en el propio país que hoy los ampara.
Los Cinco volverán como aseguró el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro. Ellos, que solo monitoreaban desde La Florida las actividades de grupos extremistas de la mafia cubanoamericana, son prisioneros de un imperio decadente y corrupto, que se derrumbará por su propia maldad, cuando la libertad toque la tierra…
No sé cuándo será, y estoy ufano,
pues sé que este será todo alegría,
descenderá del cielo nuestro día
y enjugaré tu rostro con mi mano.
Reiré como un niño, limpio y sano,
repartiré la miel de mi energía,
seré una llama que en su cercanía
podrá fundir un amor artesano.
Las lluvias y las sombras que han creado
las nubes de este tiempo desolado
se irán al pozo que hoy la luz encierra.
El sol pondrá una rosa en cada esquina,
blanca como tu alma y sin espinas,
cuando la libertad toque la tierra.
Poema XXXI del libro de Antonio Guerrero, uno de Los Cinco Héroes Cubanos, Poemas Confidenciales.
(Iliana Pérez Lara/ Radio Santa Cruz)