Cangamba, paradigma de heroísmo y valor
El internacionalismo constituye una demostración de verdadera solidaridad, y es para los cubanos símbolo del aporte personal y de todos los hijos de esta tierra, a tal punto que ya forma parte de la idiosincrasia nacional.
Un ejemplo relevante de esa solidaridad lo fue la guerra de Angola, hecho que constituye un paradigma de constancia y triunfo en el propósito de defender la nación africana de las tropas del apartheid, y de la contrarrevolución encabezada por la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), con Jonas Savimbi al frente.
Se cumplen 28 años de la victoria de Cangamba, hecho que marcó pautas en la guerra angolano sudafricana, donde se puso de manifiesto el valor y el coraje de los soldados angolanos y cubanos en la defensa de sus puestos de combate, y por mantener sus posiciones hasta las últimas consecuencias.
Allí durante los siete días que duró el enfrentamiento, se escribieron páginas cotidianas de heroísmo verdadero, de bravura a toda prueba, de compañerismo, de verdadera hombría y patriotismo, para poner en alto las banderas de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola (FAPLA), inspirados en la figura de Agostinho Neto, y de la Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), bajo la certera guía del Comandante en Jefe Fidel Castro.
Para todos los cubanos la guerra de Angola fue un punto de contacto con las generaciones precedentes, aquellos que se lanzaron al combate para alcanzar la libertad conquistada el Primero de Enero de 1959.
Y para esa generación de jóvenes, y no tan jóvenes, hombres y mujeres, que un día marcharon, después de 1983, a cumplir la honrosa misión internacionalista en la hermana República Popular de Angola, la batalla de Cangamba fue un mito, un credo para los momentos difíciles, acicate para seguir adelante con el fusil en ristre, listos para enfrentar al enemigo en cualquier condición, bajo cualquier circunstancia, siempre con la fe de la victoria. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)