Sube y baja de precios en los alimentos

Sube y baja de precios en los alimentosLa Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), trae otra vez la mala nueva: el pasado mes los alimentos, aunque uno por ciento a nivel global, volvieron a subir los precios. Esta vez, dado por el alza internacional del azúcar.

En relación con junio de 2010, señala la FAO, este aparentemente insignificante indicador porcentual, representó la elevación del sensible indicador en 39 por ciento.
  
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, los cereales en comparación con el pasado año, elevaron su valor de compra en 71 por ciento, a pesar de que las condiciones meteorológicas europeas y la eliminación de las restricciones exportadoras de la Federación Rusa, contribuyeron a una insignificante baja.
  
Sin embargo el maíz, cereal de elevadísimo consumo, mantuvo las tensiones para los compradores por la incertidumbre de los cosecheros y el clima adverso en Estados Unidos de los principales productores.
  
El arroz, también elevó sus precios en el pasado mes como resultado de la notable demanda importadora por dos razones esenciales: la notable demanda en su importación y las dudas en cuanto al valor de los suministros por parte de Tailandia, mayor exportador global del grano.
  
En relación con el azúcar, subió 14 por ciento entre mayo y junio de este año, toda vez que se prevé que la producción brasileña, la mayor del planeta, debe descender con respeto a 2010.
  
Los productos lácteos, con precios altos, se mantuvieron en el pasado mes y la carne vacuna, se disparó ligeramente al igual que la de pollo, al comparar sus precios de compra con respecto al pasado año. Solo la de cerdo exhibe una ligera baja porcentual.
  
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), hace algunos meses predijo que “la gran fluctuación de precios llegó para quedarse, por lo cual la región debe prepararse.
  
“La persistencia de la volatilidad en los precios de los alimentos proseguirá como gran incertidumbre para los productores agrícolas, por ello es necesario crear herramientas que puedan regularla, y así fomentar el desarrollo agrícola en la región”. De esa forma lo aprecia Alan Bojanic, Oficial a cargo de la Representación Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
  
Pérdidas en la eficiencia económica, reducción de la seguridad alimentaria y aumento de la desnutrición, así como efectos negativos sobre las balanzas comerciales de los países, aparecen como las principales consecuencias del alza en los precios de los productos agrícolas.
  
Cuba, en el proyecto de actualización de su modelo económico, en lo referido al sector agropecuario, plantea:”continuar reduciendo las tierras improductivas y aumentar los rendimientos mediante la diversificación, la rotación y el policultivo”.
  
También valora, entre otros importantes aspectos, el desarrollo de la agricultura sostenible en armonía con el medio ambiente, la cual propicie el uso eficiente de los recursos fito y zoogenéticos, incluyendo las semillas, las variedades, la disciplina tecnológica, y potencie el uso de los abonos orgánicos, biofertilizantes y biopesticidas.
  
Tales realidades impuestas por la situación económica global, en particular para el sector generador de alimentos, la agricultura, obliga a todos los países a encarar tal situación en evitación de que el número de personas hambrientas y desnutridas en el planeta prosiga en aumento. La soga, como dice el refrán, parte por su lado más débil
  
Ante la crudeza de este panorama que tienen desde hace varios años las naciones subdesarrolladas del mundo -con proyecciones que tienden a agudizarse más- ante las veleidades de las políticas económicas y las crisis generadas por los poderosos del universo, en particular, los Estados Unidos, no queda otra opción: producir alimentos a bajo costo, o los muertos por hambre en el planeta crecerán. (Por Marcos Alfonso, AIN)