Comienza en Brasil 13 Encuentro del Movimiento de los Sin Tierra
Sao Paulo, 20 ene .- Alrededor de mil 500 integrantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) inician hoy en la hacienda Sarandí, Río Grande do Sul, el 13 Encuentro Nacional.
El escenario de la reunión es una hacienda ocupada en 1979 donde luego se erigió el campamento Encruzilhada Natalito.
Ese fue el antecedente de otras ocupaciones que llevaron a la formación del movimiento en Cascavel, Paraná, en 1984, donde celebraron el Primer Encuentro Nacional del MST.
A este 13 Encuentro y sus eventos conmemorativos no fue invitada ninguna autoridad porque el Gobierno no ha impulsado suficientemente la reforma agraria, aseguró Joao Paulo Rodrigues, uno de los coordinadores nacionales.
Al respecto aclaró que la organización no es oposición ni base de apoyo de la administración y mantiene su independencia con respecto al Estado, a los gobiernos, a las iglesias y a los partidos políticos.
Al hablar de este Encuentro y del 25 aniversario del MST, otro líder de los Sin Tierra, Joao Pedro Stédile, recordó a la prensa que éste es el mayor movimiento social de Brasil, con presencia en 24 estados.
Explicó que cuento más de 130 mil familias acampadas en todo el territorio brasileño pero el número de las asentadas es aún mayor, pues ya hay 370 mil.
Aclaró que la lucha por la tierra no es la única bandera del movimiento, pues en 25 años construyó más de dos mil escuelas públicas en asentamientos.
El MST garantiza el acceso a la educación a más de 160 mil niños y adolescentes y cuenta con más de 100 cursos de graduación coordinado con universidades.
Stédile definió que el MST va a seguir con su obligación de ocupar tierras, luchar por crédito y casas, pero se incorpora a otras movilizaciones sociales.
Consideró que ellas, a medio plazo, van a representar la derrota del neoliberalismo y abrirán una brecha para que la reforma agraria vuelva a la pauta de la sociedad brasileña.
Anticipó que en este Encuentro, el MST debate cómo fortalecer a su masa para la lucha social y ello exige que tenga una organización, una organicidad de militantes.
Indicó que lo más importante es tener un proyecto de sociedad, que es lo que falta en Brasil para aglutinar a la militancia que está haciendo lucha social.
El gran desafío de la izquierda y del pueblo brasileño es crear un proyecto de transformación, insistió Stédile.(PL)