La Paz rompió las fronteras

La Paz rompió las fronterasNobles ideales se mueven hoy por caminos a favor de la paz, la solidaridad y el progreso del mundo, poniendo en primer lugar al hombre y la preservación de la vida en todos sus aspectos.

Este 20 de septiembre fue celebrado en la capital cubana un concierto gigante donde participaron importantes figuras de la música procedentes de varias naciones.

El concierto “Paz sin fronteras”, no estuvo motivado por la política, como dijeron los arcaicos enemigos de la Revolución, del pueblo cubano, y de los artistas invitados.

Fue sobre todo un acto de fe, de creencia en el futuro de la humanidad, a pesar de las diferencias.

El artista colombiano Juanes, protagonista de este hecho, es un ejemplo de voluntad progresista, de los hombres de este siglo, de aquellos que desean cortar las cadenas de la adversidad, de las secuelas raciales o las fronteras políticas, para aunar voces, y por los caminos del arte hermanar a los pueblos, mucho más allá de una doctrina o un idioma.

La cultura de los pueblos irá derrumbando los muros que hasta el presente  algunos gobiernos se han encargado de mantener para dividir a las naciones.

El 7 de Septiembre de 2001, la Asamblea General proclamó que el Día Internacional de la Paz será observado cada 21 de septiembre como una jornada de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial.

Eso es lo que ha sido este encuentro de músicos entre pueblos de distintas culturas, de distintas filiaciones políticas, de distintas creencias religiosas,  donde primó el arte por el arte, la creatividad, las nostalgias, las reverencias y el amor.

Por encima del interés político, el concierto de “Paz sin fronteras” es un paso en el largo camino de la unidad, no solo de hermanos iberoamericanos, sino de todos los países en beneficio del género humano. 

No fue en vano que nuestro gran Martí expresara que “…los artistas, en el lenguaje o en el pincel, son los hombres sagrados de los pueblos”, porque de ellos depende el reflejo de la experiencia acumulada  en toda su historia, más allá de ambiciones personales o propósitos hegemónicos, y es que al decir martiano, “La verdad quiere arte. Solo triunfa lo bello”.
El concierto Paz sin Fronteras es hoy un rayo de luz iluminando el horizonte, donde el corazón se enternece y la esperanza se multiplica en miles de voces que se levantan para aclamar la fraternidad en este tercer milenio de existencia del hombre. (Por: Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)