Primero de Mayo por la Patria
Con las luces del alba se levantan los trabajadores sureños. Es así cada jornada habitual, pero la de hoy es para algo diferente. Se apura el trago de café, el desayuno previsto desde la víspera, y se alistan banderas, pancartas, banderolas, carteles, instrumentos musicales y todo aquello que animará a los que desfilarán por la Patria, unidos, productivos y eficientes.
El Día Internacional de los Trabajadores en Cuba, desde el triunfo revolucionario, es un día festivo. No siempre fue así; en la memoria de los santacruceños mayores no aparece registrada ninguna celebración de este tipo en el pasado. Algunos solo dan fe de las imágenes de las marchas organizadas en la capital, donde la represión policial trataba de impedir tales manifestaciones.
Ratificamos lo que dijo Fidel en 1959: “El día de los trabajadores debe ser el día del pueblo”, pues el componente mayoritario del mismo son precisamente los miles de obreros, campesinos y personal calificado que protagonizan la gesta económica en nuestra Patria.
El Primero de Mayo también desfilan los niños y jóvenes; en ellos está el futuro de la Revolución, la continuidad de la obra colosal y profundamente humana que nos identifica como nación.
A pesar de llevar medio siglo de bloqueo económico, los resultados productivos y el esfuerzo realizado para alcanzarlos, ameritan que este día se festeje por todo lo alto, convencidos de que el movimiento sindical cubano ya no precisa luchar por las mismas causas de antaño, pero sí seguir adelante en la batalla por la unidad, la productividad y la eficiencia