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Un pueblo alumbrado por el sol de Baraguá

Un pueblo alumbrado por el sol de BaraguáHerida de muerte por la desunión y la inconsecuencia ideológica del grupo dirigente, la primera guerra cubana en pos de la independencia y contra la esclavitud, corría hacia un final poco glorioso.
  
Parecía que se hundirían en la deshonra casi 10 años de combate fundacional y sacrificios colectivos.
  
La oligarquía terrateniente y esclavista de la mitad oriental de la Isla hizo la hombrada de sacrificarse como clase para que emergiera el pueblo nuevo.
  
Una década después, estaba tan agotada material y espiritualmente, que firmó la paz con España sin haber conquistado la independencia nacional ni la abolición de la esclavitud, los dos objetivos básicos de la contienda iniciada el 10 de octubre de 1868.
  
Apareció entonces, tejido por la magia de los más humildes, patriotas y sacrificados, el nombre de Baraguá, para completar la nueva geografía de la Patria, la nación y la nacionalidad cubanas.
  
Vino a cerrar con broche de oro el listado donde rutilaban nombres epónimos como La Demajagua, Bayamo, Las Guásimas, Palo Seco, Jimaguayú, San Lorenzo y San Ulpiano.
  
Realizada el 15 de marzo de 1878, la Protesta de Baraguá llenó de gloria a su principal protagonista, el Mayor General Antonio Maceo, hijo del pueblo devenido líder.
  
Recalcó el heroísmo de los combatientes orientales, quienes habían iniciado la contienda, y marcó el relevo clasista en la vanguardia de la Revolución de Cuba; pero, sobre todo, salvó el honor de la Patria herida, levantó la bandera de la dignidad e intransigencia, y enseñó que los revolucionarios cubanos no se rinden.
  
En un libro imprescindible: Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, el investigador cubano José Luciano Franco dejó constancia de la repercusión que tuvo el gesto de Maceo y sus compatriotas.
  
Señaló cómo Tomás Estrada Palma, quien siempre se opuso a las distinciones para el Titán y entonces estaba preso en España, le reconoció “la gloria de haber salvado la nave, próxima a hundirse.”
  
Luciano Franco agregó que “La Verdad”, periódico cubano editado en Nueva York, escribió: “El héroe del día es Maceo, y parece que está reservado a él volver a levantar a Cuba al pináculo de su gloria”.
   
El historiador también citó el fragmento del mensaje enviado al Héroe de Baraguá por la Sociedad Antiesclavista Americana y Extranjera: “Los amigos de la libertad, tanto de América como de Europa, tienen con anhelante ansiedad fijas sus miradas en Ud., como que tal vez sea Ud. el último de ese noble ejército cubano que sostenga con éxito la bandera de la libertad.”
   
Según escribió el patriota cubano Juan Anao, miles de periódicos norteamericanos publicaron la siguiente afirmación: “El general Antonio Maceo ha salvado la honra de los cubanos.” (Por Martín Corona Jerez/ Servicio Especial de la AIN)