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Convulsión político-social dominó última semana en Bolivia

La Paz, 23 ago (PL) Las medidas de presión promovidas por grupos opositores en la zona oriental del país y las denuncias del Gobierno ante esas acciones definieron un convulso escenario político-social durante la última semana en Bolivia.

El martes los prefectos de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca convocaron a un paro cívico para reclamar al Ejecutivo la devolución a las regiones del Impuesto Directo de Hidrocarburos (IDH).

Aunque el presidente Evo Morales reiteró su convocatoria para dialogar con esas cinco autoridades contrarias de su administración, éstas no respondieron a ese llamado y continuaron con la negativa a sentarse a la mesa de negociaciones.

Integrantes del gabinete presidencial criticaron esos actos por su carácter eminentemente político y no facilitar la llegada a una salida consensuada al diferendo con el quinteto de líderes departamentales.

Esas acciones no llevan a ninguna solución ni reencuentro entre los bolivianos. Las personas desean tranquilidad, diálogo y no hechos preocupantes, apuntó el ministro de Gobierno, Alfredo Rada.

El funcionario señaló que la referida huelga sólo provocó pérdidas económicas y afectó a los habitantes de esas regiones que quieren trabajar honradamente, mientras algunas empresas privadas continuaron sus labores a puertas cerradas.

Según estadísticas oficiales, tan sólo en el oriental territorio de Santa Cruz, el Estado dejó de ingresar 300 mil bolivianos (cerca de 42 mil dólares) por la inactividad en los puntos de peajes.

Apenas un día después, esa región, Beni y Pando fueron sometidas a bloqueos de carreteras, que les dejaron incomunicadas por algunas horas con otras zonas del país. Además, Rada denunció la escalada de violencia en el este de la nación, en particular por los disturbios acontecidos en Santa Cruz, Tarija y Beni en los últimos días.

El jefe de carpeta reprobó en especial el allanamiento del Servicio Departamental de Salud en la ciudad de Trinidad, por parte de grupos afines a la Unión Juvenil Beniana y el Comité Cívico Juvenil.

Igualmente, expresó la preocupación del Gobierno ante reportes que revelan la presencia de paramilitares en esas agrupaciones, lo cual demuestra la radicalización de esos grupos.