Política anticubana comienza a tambalear en Miami

La Habana, 12 dic.- La elección de Barack Obama a la presidencia deja a la ultraderecha cubana americana sin sus bases y vínculos de poder y financiamiento en Washington, comenta hoy el periódico Granma.

En artículo titulado La transición en Miami, la publicación indica que la derrota electoral en las elecciones presidenciales pasadas de las políticas internas y externas que caracterizaron por su naturaleza reaccionaria a la administración Bush, ha comenzado a influir en el ambiente social y político de Miami.

Recuerda que por décadas la contrarrevolución cubana en esa ciudad de la Florida se ha desgañitado vociferando por el mundo la exigencia de sus amos, que la Revolución de los cubanos -para Cuba sobrevivir- tenía que rendirse y hacer la transición al antiguo régimen.

Sin embargo, precisa, aunque esa transición no ha tenido lugar en la Isla, una -para horror de las fuerzas de la contrarrevolución cubana- empieza a manifestarse públicamente, de manera nueva, en Miami.

Subraya que la transformación de Miami ha venido ocurriendo hace ya tiempo, principalmente debido a los cambios demográficos. “Pero la elección de Obama hace que esta ocurra dentro de un nuevo contexto. Uno más propicio, quizás podríamos llamarle oficial”, comenta Granma.

Después de las elecciones, agrega, varios hechos constatan ese cambio, entre ellos las presentaciones culturales, incluida la del cantante cubano Paulito FG, y toda la controversia relacionada con su presentación, provocada por la propia derecha.

La otra es la exhibición de un filme sobre el Che en un cine de Miami Beach. Ambas en contra de la voluntad de la dirigencia de la extrema derecha cubano-americana, que ha tenido, a regañadientes, que tolerarlas, algo que antes, por largos años, no permitió que ocurriera.

Otra, más significativa por sus implicaciones políticas directas, es la divulgación de los resultados de una encuesta realizada por el Instituto de Investigación de la Opinión Pública de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), financiada por el Brookings Institution, un antiguo y prestigioso instituto de investigación y análisis.

El estudio arrojó que el 55 por ciento de los 800 cubano-americanos encuestados en el condado Miami-Dade favorecen poner fin al bloqueo, mientras que un 65 por ciento favorece el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Cuba, y un 66 por ciento también está en contra de las restricciones de viajes a la Isla.

Tras exponer más adelante los cambios políticos y sociales que se registran en esa ciudad estadounidense, el artículo de Granma concluye que "nada mal para comenzar, bajo muy buenos augurios, esta ansiada transición hacia la racionalidad y el pluralismo político en Miami". (AIN)