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Manteniendo la esperanza viva mientras los sueños se desvanecen: Padre Lapsley de Sudáfrica

Manteniendo la esperanza viva mientras los sueños se desvanecen: Padre Lapsley de Sudáfrica“Tengo ahora 44 años y mi esposa está llegando a los 40”. El reloj biológico está caminando para Adriana y su esposo Gerardo Hernández. Como cualquier matrimonio en cualquier lugar ellos sueñan con tener sus propios hijos. Hoy ese sueño comienza a desvanecerse mientras permanece la esperanza y una voluntad indomable.

El 15 de mayo de 2010, realicé mi quinta visita a Gerardo, uno de los Cinco Cubanos (www.thecuban5.org) que ahora se encuentra en su doceavo año de prisión con una doble cadena perpetua por ayudar a prevenir el terrorismo contra su Patria. Él se encuentra en Victorville, una prisión de máxima seguridad, en el desierto, a dos horas de Los Ángeles. Durante estos largos años, a Adriana se le ha denegado la visa. (Irónicamente en las cárceles cubanas existe una disposición para las visitas conyugales regulares). No ver al amor de su vida y no poder comenzar una familia es claramente la dimensión más dolorosa del injusto encarcelamiento de Gerardo.

Los Cinco Cubanos, Gerardo y Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando González Llort, ahora han casi agotado las opciones legales. De manera decepcionante y para sorpresa de su abogado con una extensa experiencia en casos ante la corte suprema, ésta rechazó escuchar el caso después que la administración Obama se opuso a su presentación ante la misma.

Mientras se busca agotar cualquier posibilidad que la ley pueda ofrecer, la verdadera esperanza está en nosotros – los pueblos del mundo – con la solidaridad internacional. Nosotros los sudafricanos, que hemos conocido más que nadie la solidaridad del mundo, estamos llamados a estar en la primera línea de los que demandan su libertad, a la vez que insistimos en el derecho de su esposa a visitarlo. De forma similar a la esposa de René González se le niega la visa para visitar a su marido.

La mayoría de las personas que me he encontrado en los Estados Unidos nunca han oído hablar de los Cinco – a pesar de los incansables esfuerzos de los activistas en este país. Por supuesto hubo un anuncio a página completa un tiempo atrás en el New York Times y un artículo en el Washington Post, pero ninguno de estos prestigiosos periódicos es lo que escogen leer la mayoría de los ciudadanos. Cuando usted les cuenta a las personas la historia aparece una mirada de incredulidad seguida por el disgusto y la ira que les produce que su país sea parte de tal muestra de inhumanidad e injusticia.

La mayoría de los que están en la prisión de máxima seguridad de Victorville está ahí por terribles crímenes que han cometido en tanto que Gerardo o “Cuba”, como le dicen sus compañeros de prisión, se encuentra ahí por el amor a su pueblo y su disposición a sacrificarse para que su gente pueda vivir sus vidas sin el temor a un ataque terrorista. Como Nelson Mandela cada carta que escribe es revisada antes de ser enviada como lo es también la avalancha de correo que recibe de todas partes del mundo y que es retenida a veces durante meses como una forma de hostigamiento. Incluso algunos de los guardias de la prisión le susurran en su oído: “¡Tú no deberías estar aquí!”.

A la edad de 17 años, firmando bajo el apellido de su madre, Nordelo, comenzó a publicar caricaturas políticas que frecuentemente comentaban acerca de lo que estaba pasando en Cla vida de los cubanos. Estoy seguro que le podría hacer una fuerte competencia a Zapiro (Jonathan Shapiro, mayormente conocido como Zapiro, es uno de los dibujantes más reconocidos de Suráfrica gracias a su punzante ingenio y a su dedo firme sobre el pulso de la sociedad).

Gerardo estudió para ser diplomático y después de concluir sus estudios, junto con todos los estudiantes de su curso, se ofreció voluntario para unirse a las tropas internacionalistas en Angola. Tres de los principales diplomáticos cubanos en Sudáfrica – el Embajador Ángel Villa, su esposa Vilma y Eddie Machado – estudiaron con Gerardo.  

Durante la limpieza de los techos en la prisión un nido de pájaro se cayó al patio matando a dos gorriones y dejando a uno malherido. Cuando el pájaro herido no quiso comer, llamaron a “Cuba” y él imitando los sonidos de los pájaros fue capaz de alimentar al gorrión y con paciencia lo devolvió a la vida. Cuando un guardia descubrió que Gerardo estaba cuidando al gorrión le ordenó que lo soltara. Poco después a pesar de haber cientos de celdas idénticas el pajarito encontró el camino de regreso y comenzó a tocar con su pico en la puerta de la celda de Gerardo. El guardia no podía creer lo que estaba pasando hasta que vio con sus propios ojos como el gorrión regresaba cuando Gerardo lo llamaba. Cuando los guardias finalmente le pidieron a Gerardo soltar al pájaro fuera de la sección de la prisión, hubo una conmoción porque los otros prisioneros pensaron que Gerardo estaba siendo llevado al “hueco” (lugar de confinamiento solitario) y hubo que asegurarles que no era así – tal es la consideración y el respeto que los otros presos tienen por “Cuba”. Solamente cuando la prisión fue puesta en “lock-down” por más de un mes y no había acceso para entrar fue que el gorrión desapareció.

Gerardo conserva un artículo que leyó en el cual durante la visita a Suráfrica el año pasado de Aleida, la hija del Che, el Presidente Jacob Zuma hizo un llamado a la libertad de los Cinco.

*Presidente “Friends of Cuba”, Western Cape, Sudáfrica