Sandinistas tomaron la iniciativa en Parlamento nicaragüense

Sandinistas tomaron la iniciativa en Parlamento nicaragüenseManagua, 23 may "Crisis en la oposición parlamentaria" y "Oposición desconcertada", son algunos de los titulares con los que medios de prensa capitalinos resumieron lo ocurrido esta semana en la Asamblea Nacional nicaragüense.

Después de meses de bloqueo parlamentario, las formaciones opositoras al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se disponían esta semana a asestar el golpe definitivo y, con una supuesta mayoría, derogar mediante una ley el decreto presidencial de enero pasado que prorrogó en sus cargos a los funcionarios de los principales poderes del Estado.

El martes, en la primera de las tres sesiones plenarias previstas, los diputados antisandinistas no se inscribieron en el hemiciclo porque, en realidad, no contaban con mayoría suficiente para lograr la aprobación del llamado proyecto de nulidad, y la sesión fue suspendida.

Sin embargo, fue la bancada sandinista la que estuvo a punto de conseguir los apoyos que, sumados a sus 38 curules, hicieran posible celebrar la sesión plenaria.

El martes no se pudo, pero al día siguiente, a los diputados del FSLN se sumaron cinco de la Bancada Unidad Nicaragüense (BUN) y cuatro de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), con lo que se completó el mínimo legal de 47 y el Pleno se efectuó sin contratiempos.

El desconcierto en la oposición fue de tal magnitud que al pleno del jueves acudieron prácticamente todos los diputados, pero del proyecto de nulidad no se habló porque lo más probable es que hubiera sido rechazado.

De manera paralela, la Corte Suprema de Justicia habilitó como diputado al ex vicepresidente Alfredo Gómez Urcuyo para ocupar el escaño dejado vacante por el ex presidente Enrique Bolaños, y casi simultáneamente, le fue restituido el curul a Alejandro Bolaños, y devuelta la personalidad jurídica al Partido Conservador. En el nuevo escenario creado, lo que teme la oposición es que el FSLN, con los apoyos de otras formaciones, no sólo puede hacer funcionar el cuerpo legislativo, sino que, además, alcance los 56 votos necesarios para nombrar a los funcionarios de los poderes del Estado e, incluso, modificar la constitución. (PL)