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EE.UU. Campaña contra Cuba también es un negocio

EE.UU. Campaña contra Cuba también es un negocioLa Habana, 8 abr .- La aparición de Emilio Estefan y su pareja como uno de los elementos principales de la campaña mediática contra Cuba demostró que, entre sus características, esta arremetida anticubana también es un lucrativo negocio.

Es difícil que alguien pueda tener dudas al respecto conociendo la turbia historia de los dos personajes y muy especialmente del llamado padrino de la mafia controladora del sector artístico que opera en Miami, la ciudad asiento de grupos contrarrevolucionarios y terroristas.

Una breve ojeada a la historia de los Estefan muestra fácilmente de quienes se trata y explica mejor el papel que quieren jugar.

En el caso de Gloria, su padre fue guardaespaldas del dictador Fulgencio Batista y participó en la invasión de Playa Girón en 1961, así como en la agresión norteamericana a Vietnam.

Su hija fue fiel seguidora de esa orientación política como lo demuestra su confesión hecha en marzo del pasado año en un programa televisivo de Miami, de sus conexiones con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) usando su labor de cantante como la mejor cobertura para acercarse a muchas personalidades.

Los Estefan fueron acusados recientemente por un diario dominicano de participar también en el lucrativo negocio de tráfico ilegal de personas entre Cuba y México y de aliarse con la Fundación Nacional Cubano-Americana y el mexicano Cártel del Golfo en operaciones de narcotráfico.

El próspero hombre de negocios que es Emilio Estefan controla la explotación de la mayoría de los artistas latinos que se presentan en la Florida y especialmente de quienes, procedentes de Cuba, se ven obligados a rendirle pleitesía y hacer declaraciones contra la Isla para conseguir con él una oportunidad de trabajo.

Esa actividad no ha estado exenta de algunos escándalos como el protagonizado con Juan Carlos Díaz, un joven actor venezolano que lo acusó ante los tribunales por coacción, agresión y hasta acoso sexual.

Más allá de la certeza de esos hechos, lo cierto es que su control del negocio de los espectáculos puede condenar al desempleo a cualquier actor o músico y ello funcionó claramente, como se ha denunciado, con motivo de la reciente manifestación contra Cuba organizada por la pareja en Miami.

Algunos de los miembros del sector admitieron que su presencia en esa demostración fue hecha bajo amenaza de despido si se negaban a participar.

Es precisamente ese hecho y la abundante propaganda sobre sus contactos con el presidente Barack Obama los que significaron un público anuncio del nuevo negocio en el cual invierten los Estefan: la campaña mediática contra Cuba y la posibilidad de incursionar directamente en la política interna usando para ello su participación en tal empeño.

Para ello, los Estefan no repararán en esgrimir informaciones falsas sobre Cuba ni en aliarse con elementos tan democráticos y humanitarios como Luis Posada Carriles, autor de la voladura de un avión comercial en pleno vuelo, quien se vistió pulcramente de blanco para participar en el acto anticubano que ellos organizaron en Miami.(PL)