Al sur

Padres de Santa Cruz del Sur recogen el amor que sembraron

De izquierda a derecha Guillermo Norberto Ortíz, Rafael Alfonso y Augusto César Iglesias.

Santa Cruz del Sur, 19 jun.- Sin imponer criterios ni en nalgadas la fuerza de la razón, tres padres convertidos en abuelos siguen siendo ejemplo para sus descendientes, nietos y bisnietos. Estos progenitores del municipio más austral de la provincia de Camagüey, más que cabeza de familia son amigos fraternales, sombra fresca a los que se parecen otros miles.

Aunque los entrevistados hace mucho tiempo se iniciaron en el exquisito deber de criar bien, lograron el deseo mayor, darle a la sociedad cubana hijos buenos, y estos ahora se ocupan de cumplir igual objetivo al guiar por el camino correcto a sus retoños.

“Ya lo que sembré lo estoy recogiendo, no soy agricultor de alimentos, le hablo de la parte espiritual: amor, ternura, afecto, cariño… son “semillitas” que no pueden dejar de crecer en los “surcos” de la vida hogareña. Los hijos me dieron tres nietas y un bisnieto; los quiero como si fueran míos, son sangre de mi sangre”, manifestó Guillermo Norberto Ortíz.

Los 89 años de Rafael Alfonso Alfonso acopian, además de la felicidad por la prolongada existencia, el significativo hecho de haber tenido cuatro sucesores, dos hijas e igual cantidad de varones.

“Quiero que me crea esto: Deseé en el primer embarazo de mi esposa, viniera una hembra, el pedido me fue concedido, sin embargo, en el siguiente parto quise que llegara un niño y nació otra pequeña, pero en fin a los cuatro los quiero por igual. Han crecido dándome la dicha de ser estudiosos, dedicados trabajadores; se casaron y luego escuché las finas vocecitas llamándome abuelo. Soy feliz”.

El día 22 del mes próximo Augusto César Iglesias Sarmiento va a cumplir 90 “julios”. “Cuando se tiene una familia linda la vejez no pesa”. La esposa, comenta entristecido, falleció, “pero quedó el fruto de nuestra unión, dos hijas encantadoras especialistas en las asignaturas Español y Literatura; me llenaron de nietos y bisnietos. He sido muy premiado, más que cualquier deportista de alto rendimiento en algún certamen internacional”.

Quedan en el diálogo que evoca, luego de agradecer al reportero. Sus cualidades van sin manchas en la honra de sus sucesores, esos que van enarbolando las virtudes que sus viejos le transmitieron.