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Chávez, el refuerzo de Bolívar

Chávez, el refuerzo de Bolívar"Ni siquiera él mismo sospechaba cuán grande era", escribió Fidel en su despedida al mejor amigo de Cuba. En verdad, sus contemporáneos sabíamos de la grandeza, realizaciones y vida revolucionaria ejemplar del Comandante Chávez, pero la avalancha de acontecimientos que rodearon sus 14 años en la presidencia de Venezuela, impedían aquilatar, en toda su virtud, la magnitud del líder, su legado y reencarnación en el pueblo que tanto amó. Ese pueblo sabio, que en gratitud, lo eleva hoy a la estatura de El Libertador.

Desde que se conoció la noticia de su desaparición física, el mundo ha sido testigo de las impresionantes muestras de amor de millones de venezolanos: el memorable acompañamiento del Comandante a su Academia Militar; los honores de más de cuatro millones de personas que lo lloraron, le juraron, lo saludaron, le cantaron y lo despidieron… en la capilla ardiente, y por último, el multitudinario acompañamiento en su viaje a la próxima trinchera, el Cuartel de la Montaña, ese sitio histórico que Chávez tenía a la vista, con solo asomarse al balcón de su despacho en el Palacio de Miraflores.

Allí, en el Cuartel de la Montaña, cuna de la revolución bolivariana, se detendrá Hugo Chávez, solo "por ahora". Su ejemplo, sus ideas, su programa de patria seguirán adelante en las manos, las miradas, el alma y los corazones del pueblo. En la fidelidad de sus soldados, esos que en un gigantesco y solemne coro cantaban a su paso: "patria, patria, patria querida… ", mientras sus escoltas corrían firmes junto al carro, y el pueblo lo bañaba de flores y coreaba "Chávez vive, la lucha sigue"… Así llegó Chávez al 23 de Enero, el más aguerrido barrio de Caracas, para reposar en una de sus colinas.

Todas estas imágenes nos acompañarán de por vida. También las palabras de María Gabriela, la hija, que le agradeció a Chávez a nombre de todos: "Gracias por tanto amor de padre, gracias por tu constante ejemplo, gracias por tu risa, gracias por tu llanto, gracias por tus canciones, gracias por tus bailes, gracias por tantas alegrías, gracias por tu absoluta y eterna entrega, pero sobre todo, gracias, Comandante por devolvernos la Patria".

Sus adversarios —lo demuestran ahora mismo en sus erradas actuaciones—, siguen sin comprender la grandeza de líder que los enfrentó y venció en todas, absolutamente todas, las batallas. Pensaban que con su desaparición física se debilitaría la revolución, y ahora andan despavoridos, descolocados, porque Chávez se convirtió en millones, y esos millones le juran a Chávez que Nicolás Maduro será el continuador de su obra. Muere Chávez y quien pierde la vida es la oposición… Quienes pensaron que ya no volverían a escuchar los domingos el "Aló, Presidente", ahora tendrán que "calarse", como dicen los venezolanos, el "Aló, Comandante". Al fin y al cabo, Chávez no se fue, anda por ahí, por los llanos o por los Andes, reforzando a Bolívar, porque a los dos les queda mucho por hacer en América Latina.(Granma)