Podemos y debemos hacer cosas para cambiar el futuro

Podemos y debemos hacer cosas para cambiar el futuroCuando la televisión nacional transmitió de nuevo el concierto Paz Sin Fronteras hace algunos días, no desaproveché la oportunidad de volver a disfrutar de las actuaciones de esos grandes artistas que nos entregaron su arte por el noble propósito de la Paz.

Y recordé mi infancia con canciones como “Rosas en el mar”, de Luis Eduardo Aute, y “Ojalá” de Silvio Rodríguez, que nacieron  allá por los años sesenta, en los albores del triunfo revolucionario cubano.

Y sentí la nostalgia de los días juveniles con los temas regalados por Víctor Manuel, Danny Rivera, Van Van, Amaury Pérez, y Miguel Bosé, todos ídolos de una generación que creció al filo de la guerra fría, pero al calor de una etapa donde las campañas por la batalla económica fueron frecuentes, y  la lucha  contra el bloqueo y las agresiones, o las misiones internacionalistas formaron parte de la realidad cotidiana. Entonces nos endurecimos, pero sin perder la ternura, como nos recomendara el Guerrillero Heroico.

Al lado de esos grandes músicos ofreció su arte otra generación, más fresca, más impetuosa, con ganas de hacer grandes cosas como este concierto por la hermandad de los pueblos, y pudimos escuchar las canciones de los Orishas, Juan Fernando Velasco, Cucú Diamantes y Yerbabuena, Ogguere, Jovanotti, la explosiva Olga Tañón y el propio Juanes, todos símbolos de un nuevo sentir, de una nueva voluntad de vivir  diferente, sin odios ni rivalidades, para ir mucho mas allá de fronteras y diferencias.

Volver a ver ese concierto, y admirar a Cucú Diamantes, grandiosa en su presentación ese día, y posteriormente víctima de un grupo de fósiles arcaicos del mercado musical y artístico, orientados solo por su odio ancestral hacia la Isla, me hicieron hecho pensar que es una bendición haber nacido en Cuba y mantener la condición de cubano.

En esta ocasión la Plaza de la Revolución en la Habana devino un inmenso cauce donde convergieron dos corrientes generacionales de artistas, cuyo único empeño fue expresar a través de sus canciones la necesidad de unir a los pueblos y voluntades del mundo y en muestra de amor y fe, sensibilizar a todos mediante la magia de la música para luchar por alcanzar la Paz.

Y ahora mismo vienen a mi memoria las palabras de Juanes, que con esa sencillez sin pretensiones expresó algo que políticos, presidentes, militares, e intelectuales, debieran tener presente:  "Todos somos iguales como seres humanos, como hermanos, y tenemos que darnos la mano, el futuro puede ser mejor para todos si estamos trabajando juntos por eso. Los conceptos que nos separan y nos crean barreras mentales nos hacen mucho daño y tanto la juventud cubana como la colombiana, mexicana o venezolana… de toda la región, tenemos el poder de hacer cosas para cambiar ese futuro." (Por: Hugo Betancourt Mayoral / Radio Santa Cruz)