Crisis capitalista: genio y figura
Es común escuchar sobre las habilidades imperiales en manipular la información. Pero a veces se evidencia tanta chapucería que es como para preguntarse sobre cuáles bases se sustenta tal imagen de “genialidad”.
Eso está sucediendo en estos tiempos con la crisis capitalista que estalló en 2008 en los Estados Unidos y se expandió como antorcha encendida por todo el orbe.
Porque los medios capitalistas llevan largos meses insistiendo en el tema de la pretendida “recuperación”, de manera que si un buen día fueron menos norteamericanos para solicitar apoyo contra el desempleo, o los altos inventarios de petróleo en los Estados Unidos bajaron cientos de barriles, a la luz de los medios de prensa locales suele parecer que el progreso y la bonanza están ya sentados en la sala de la casa.
Tal imagen se repite una y otra vez. Desde luego, no es por optimismo real. Sencillamente se trata de martillar en la conciencia de las personas que se está saliendo a flote, cuando al agua llega casi hasta los ojos y quizás hasta cubra la cabeza.
Lo decimos porque hay cuestiones muy sintomáticas que, con toda intención, esos medios no repiten ni amplifican demasiado, como el reciente llamado de alerta del propio Fondo Monetario Internacional (FMI) a los Estados Unidos y Japón, para poner orden en sus elevadas deudas externas, cuyo estallido podría asfixiar a punto de muerte las economías de ambas potencias.
Dicho por el FMI, entidad experta en programas de ajustes muy conocidos en las tristes y expoliadas economías de muchas naciones del Tercer Mundo, es como para ponerse a pensar que de “recuperación capitalista”, existe muy poco, o nada.
Agencias occidentales de prensa reflejaban hace unos días que Estados Unidos registró déficit presupuestario de casi 50 mil millones de dólares en enero, el segundo mayor de la historia para un primer mes del año.
Eso significó que, en el período fiscal 2011, el déficit norteamericano suma 419 mil millones de dólares y se espera que la brecha crezca cuando empiece a sentirse el efecto de las recientes rebajas en los impuestos a las nóminas y tributos de las empresas.
Según el propio Departamento del Tesoro, en el primer mes de este año los ingresos federales subieron 10 por ciento (227 mil millones de dólares), mientras los gastos llegaron a 276 mil millones.
Mientras, en días pasados la evaluadora económica estadounidense Standard and Poors, degradó la capacidad de crédito de Japón por primera vez desde 2002, con el argumento de que el gobierno nipón no tiene una "estrategia coherente" para asumir su ascendente deuda.
La fuente especificó que el déficit presupuestario japonés significará el 9,1 por ciento del Producto Interno Bruto el año fiscal que va de abril de 2010 a marzo de 2011.
Y todavía le llaman “propaganda” a las advertencias de Cuba y otras naciones progresistas sobre la bomba de tiempo económica que el capitalismo ha colocado bajo los pies del planeta. (Por Néstor Núñez)