Las Torres Gemelas y su ardid terrorífico

http://www.cubahora.cu/uploads/imagen/2013/09/02/7cd3a2768398fb39b0b023c87b877365449a1ee5.jpgAlgún día se sabrá toda la verdad de los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono, aquellos trágicos y oscuros sucesos que -pese a los casi tres mil muertos-, constituyó la premeditada orden de fuego contra el terrorismo en el Oriente Medio.

Desde entonces, se desató la invasión de Estados Unidos y sus aliados a Afganistán, violencia que lejos de atenuarse con la muerte del entonces principal líder terrorista Osama Bin Laden, acrecentó el avispero de mortíferos contragolpes bélicos.

Un día antes a aquel 11 de septiembre de 2001, el ex presidente George Bush había anunciado un plan para derrocar al régimen talibán en Afganistán, si ese gobierno se negaba a entregar a Bin Laden.

Los susodichos acontecimientos adelantaron de todas formas la Guerra no declarada estadounidense, a la cual dio continuidad -con “democrático” éxito- el sucesor y Premio Nobel de la Paz, Barack Obama.

El primer mandatario negro de Estados Unidos utilizó a los yihalistas mercenarios para “linchar” al Gadafi en Libia, azuzar el terrorismo en Irak y tratar de tumbar del poder a Al Bashar en Siria; operación que no ha podido lograr, pero que con el nuevo pretexto de combatir al Estado Islámico podría ser una punta de lanza contra el mayoritario pueblo sirio que sigue al gobernante árabe.

¿Qué ha cambiado en el discurso de la Casa Blanca, en los últimos 13 años desde la hecatombe del World Trade Center en Nueva York? Nada, fuego contra fuego, violencia que genera violencia; ese es el lenguaje ahora también de Obama, ante las últimas acciones criminales de los Yihalistas.

“No nos dejaremos intimidar, haremos justicia”, aseguró y advirtió que se hará justicia con aquellos que cometen el error de atacar a los norteamericanos. Requerirá tiempo y esfuerzo –ha dicho-, pero al igual que con AL Qaeda y su líder Bin Laden, Estados Unidos derrotará al Estado Islámico (EI).

¿Tendrán tanta precisión los drones, las bombas y proyectiles para saber quiénes son combatientes islámicos y quiénes niños, mujeres, civiles?

A más de una década de los repudiables atentados en pleno corazón citadino de los Estados Unidos, muchas bombas USA han sembrado de muerte los territorios de Libia, Irak, Afganistán, Siria, Pakistán…el Medio oriente todo; y de nuevo, la escalada guerrerista estadounidense con sus iguales de la OTAN, crean el terror mercenario en Ucrania y amenazan con cercar a Rusia, en una contienda no declarada, pero sí anunciada con prácticas militares reales, además de concluir la fallida faena de derrocar a Bashar, con el subterfugio de barrer a los extremistas islámicos que, en un momento, Obama apoyó para sacar del poder al presidente sirio.

Por estos días más aviones y soldados atacan las posiciones del Estado Islámico en Irak, aunque el mandatario ha asegurado que “esto no es el equivalente de la guerra de Irak…Solo quiero que el pueblo estadounidense entienda la naturaleza de la amenaza y cómo vamos a enfrentarla, y que tenga confianza en que seremos capaces de solucionarla”.

Me pregunto entonces: ¿El Medio Oriente está en territorio norteamericano? Ya no es Al Qaeda ni su líder Osama Bin Laden; siempre habrá un pretexto bélico para probar las armas y traer el botín de los países saqueados y destruidos por las bombas USA: de septiembre a septiembre habrá terrorismo, cuyo símbolo justificativo son Las Torres Gemelas.

Por Rolando Sarmiento Ricart/ Colaborador de Radio Cadena Agramonte.