Un camagüeyano en la Antártida
Por Mariela Peña Seguí/ Radio Cadena Agramonte.
Tras una inmensa modestia que le impide hablar más allá de la gloria colectiva, se esconde la historia del camagüeyano Roberto Acea, entre los ocho cubanos que fue a trabajar a la Antártida.
“Fue una misión bastante difícil, sobre todo por las bajas temperaturas que difieren mucho de nuestro país. En mi caso, yo formé parte de la segunda expedición en que participaron investigadores cubanos. Allí compartimos trabajo, sobre todo con especialistas de la antigua Unión Soviética, para observar las características del clima de la Antártida y ampliar a partir de ahí las investigaciones.”
Su experiencia de un año de trabajo en el polo sur fue muy difícil, y marcó definitivamente su vida.
“Hay algo que siempre recuerdo de La Antártida, y es lo cambiante de su clima. A veces, cuando íbamos al comedor –que estaba a unos 200 metros- salíamos con una calma aparente, digamos vientos de 30 km/h, y al regresar, ya había cambiado todo, los vientos soplaban a 200 km/h.
Otra cosa que no olvido fue que estando allá, cumplí mis 40 años de edad, y mis compañeros me hicieron una fiesta.”
En el año 1984 terminó su expedición y regresó a Cuba. Su modestia, no le deja expresar todo su orgullo que todavía siente.
Roberto Acea fue fundador del Centro Meteorológico de Camagüey y reconocido además, con el Premio Nacional de Meteorología en el 2015.
Quienes lo conocen saben que es un hombre consagrado a la ciencia, su experiencia habla por sí mismo. (Fotos cortesía de Roberto Aroche, del Centro Meteorológico de Camagüey)