Situación regional centra debates de XVII Cumbre del ALBA-TCP en Cuba
Solidaridad, complementariedad, justicia y cooperación son los principios defendidos por el ALBA-TCP, surgida como alternativa a la hegemonía del capital que amenazaba con expandirse por América Latina y el Caribe.
La instancia promueve desde su creación un comercio equitativo entre los pueblos, en detrimento de las fórmulas neoliberales.
La erradicación del analfabetismo a través del método cubano Yo, Sí Puedo; y las operaciones gratuitas de la vista con la Misión Milagro, forman parte de los logros alcanzado por el mecanismo en la esfera social.
Nombrada inicialmente como ‘Alternativa,’ cambió su nomenclatura en 2009 una Cumbre Extraordinaria en Venezuela, como reflejo de su fortalecimiento.
En aquel entonces, Chávez aclaró que no era una modificación semántica sino de códigos, de sentido y de fondo, pues el ALBA había pasado de propuesta teórica a plataforma política territorial, geopolítica y de poder.
La Alianza postula la defensa de los Derechos Humanos y de la Madre Tierra, se manifiesta contra el intervencionismo y en favor de la preservación y restablecimiento de la paz, y el apoyo a la autodeterminación de los pueblos.
Esta Cumbre XVII tiene lugar un mes después del golpe de Estado en Bolivia contra el presidente Evo Morales, movilizaciones populares antineoliberales en Chile y Colombia, y el aumento de la hostilidad de Estados Unidos contra Cuba.
Cuba, Venezuela, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Granada, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Surinam y Santa Lucía conforman el ALBA-TCP, cuyo secretario ejecutivo es el excanciller boliviano David Choquehuanca.