Santacruceño Pedro Matamoros en su juventud tuvo como única opción la pesca

Pedro Matamoros no tenía preparación cultural para realizar otro tipo de trabajo, por lo que no tuvo otra opción que dedicarse a la pesca, como la inmensa mayoría de los jóvenes de su generación nacidos en esta localidad del sur camagüeyano.

No me arrepiento de haber sido pescador, aunque inicialmente todos los que ejercíamos la misma actividad recibíamos un pago muy bajo de los caseteros particulares. Después que los cubanos fuimos libres, nunca más nadie abusó de ningún trabajador”, comentó.

En la captura de la langosta se inició este lugareño de 85 años. ”Comencé,-dijo-, a los 17, era un “pollón”, como decían los viejos de aquella época; pero en ese tipo de pesca estuve poco tiempo porque me gustaba más la captura de las especies de escama”.

Rememoró sus faenas en un Sigma, barco de madera del que Alcibiades Figueredo fue el patrón. Después Pedro trabajó en modernos navíos de ferro cemento. “En las embarcaciones del Combinado pesquero Algérico Lara Correa,-afirmó-, la palabra cumplimiento era sagrada”.

Matamoros expuso orgulloso haber sido colaborador de los compañeros de la Unidad de Tropas Guarda Fronteras de estos predios, tanto en zona de pesca, como realizando guardias en la institución militar, y la participación en recorridos por el litoral costero con el agua salitrosa a la cintura, para salvaguardar nuestras fronteras.