[:es]Relacionan alto nivel del ballet cubano con fortaleza de su escuela[:]

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La Habana, 20 abr.- El ballet cubano ostenta un nivel muy elevado por el espíritu que se vive en su escuela, observó la directora de una cátedra de danza clásica en México, Beatriz Abreu.

 

Como su entidad se enfoca en la transmisión de la metodología cubana, la maestra asistió del 9 al 19 de abril al 23 Encuentro internacional de academias para la enseñanza del ballet, celebrado en esta capital, y además de recibir clases de preparación metodológica agradeció la oportunidad de impartirlas.

Para un maestro es importante aprender de sus alumnos todo el tiempo, no solo conocer la metodología y encontrar una manera de transmitirla correctamente, también necesita interactuar con los estudiantes porque le enriquecen su forma de trabajo, afirmó.

Durante el encuemtro, la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso confió en ella para que impartiera clases a adolescentes de cuarto año de nivel elemental porque precisamente Abreu es graduada de la institución, y su regreso a estos salones representa un retorno a casa.

Según confesó a Prensa Latina, poder difundir en México los conocimientos aprendidos aquí y ponerlos a disposición de niños con escasos recursos económicos moldean la experiencia más grata que en la actualidad atesora como maestra.

La Cátedra Cubana de Danza Clásica, que dirige en el estado de Veracruz, trabaja con estudiantes interesados en aprender ballet y con el recurso para hacerlo, pero, a la vez, hace más de tres años mantiene un programa de becas para niños con talento y sin posibilidades de costearse la carrera.

De acuerdo con la profesora, el trabajo social puede desarrollarse en parte por el esfuerzo del municipio de Boca del Río y en coordinación con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, presidido por Patricia Lobeira.

La institución apoya proyectos culturales, en especial el Programa de Becas de Ballet Integrarte, para el cual Abreu realiza exámenes de aptitud, al estilo de la escuela cubana, y selecciona solo a personas con características óptimas para aprender ballet.

El programa de estudios de la Cátedra es el mismo de la escuela cubana a partir de nueve años de edad hasta 18, explicó.

Uno de los sucesos trascendentales para la entidad fue la visita en noviembre pasado de la prima ballerina assoluta cubana, Alicia Alonso, quien inauguró allí el primer curso intensivo con representación de diferentes academias de la región, interesadas en implementar la técnica cubana como guía de estudios.

Cada año, Abreu monta obras clásicas completas e invita a bailarines profesionales a acompañar a los aprendices en los papeles principales, como sucedió con el primer bailarín de la Compañía Nacional de Danza de México, Erick Rodríguez, en Las sílfides, en 2015.

Luego, la primera figura del Ballet de Monterrey Olivia Quintana y el solista de la propia compañía Alejandro Reyes participaron en una suite de Paquita.

Me gusta que los estudiantes tengan una experiencia cercana a lo profesional desde lo académico, apuntó.

El Encuentro internacional de academias para la enseñanza del ballet ofrece otra oportunidad valiosa pues, a su criterio, en la escuela nacional de Cuba los estudiantes extranjeros comprenden por qué en esta isla el ballet tiene un nivel tan elevado. Los alumnos todo el tiempo se están superando, compiten sanamente, en el sentido de tratar de hacer más pasos, más movimientos virtuosos, valoró.

En Cuba existe una tradición muy grande, de décadas y los referentes históricos ayudan a que los alumnos no solo quieran aprender la técnica y ejecutarla bien; sino que quieran ser como uno de los tantos buenos bailarines, añadió.

La profesora piensa que constatar esta realidad motiva muchísimo al estudiante extranjero porque le permite contemplar el ballet como una opción profesional.

Aquí ven con sus propios ojos a personas que desde niños se preparan para ser profesionales de la danza y eso los estimula, apreció.

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