Ponderan título de Empresa de Alta Tecnología al Instituto Finlay
La Habana, 29 may.- Especialistas del Ministerio de Ciencia, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente atribuyeron suma importancia a la decisión de entregar al Instituto Finlay de Vacunas el diploma que lo acredita como Empresa de Alta Tecnología.
Una evaluación del hecho, publicada en el sitio del Departamento de Comunicación del organismo, pondera la reciente iniciativa de la ministra Elba Rosa Pérez Montoya de concederle el título que lo convierte en la octava de su tipo en el país en poseerlo.
Siete de ellas pertenecen al Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéuticas (BioCubaFarma) y en el caso del Finlay señalaron que para optar por semejante reconocimiento presentó un amplio expediente.
Por esa razón, añadieron, los equipos evaluadores, de manera unánime, reconocieron que cumplía con todos los requisitos establecidos para ser considerada una Empresa de Alta Tecnología
Indicaron que se trata de una entidad orientada a la ciencia y a salvar vidas humanas, dedicada al desarrollo de vacunas, soportado en las áreas de Investigación y Desarrollo, Producción, Evaluación Clínica y Comercialización de productos y tecnologías, mediante procesos de alta tecnología.
Argumentaron que sobresale en la práctica su plataforma de ciclo cerrado, que comprende Investigación–Desarrollo–Producción–Comercialización y seguimiento postventa para obtener productos destinados a solucionar problemas de salud de la población cubana y a nivel mundial, a partir de enfoques innovadores y plataformas tecnológicas.
Citaron sus reconocimientos por los efectos de la vacunas en el control de epidemias, como la causada por Neisseria meningitidis en 1989 en Cuba y erradicada con VA-MENGOC-BC, después de una campaña de vacunación.
Otro de sus resultados es la vacuna antileptospirósica trivalente de células inactivadas de Lectospira interrogans para combatir brotes de leptospirosis ocurridos en el país y en situaciones de desastres naturales.
Las Empresas de Alta Tecnología se caracterizan en la nación por su rápido crecimiento, alto valor tecnológico y por su capital humano, con elevados conocimientos y nivel de capacitación, elemento que es considerado uno de los tangibles más valiosos de su cadena de valor.
Con el objetivo de promover el desarrollo económico del país a través de la ciencia y la innovación, se aprobó el Decreto 2/2020 sobre las Empresas de Alta Tecnología y dos normativas, que definen las características y facilidades que tendrán, como estímulos fiscales y tributarios para su producción.
Solo entidades con un alto estándar y nivel científico son clasificadas en su grupo y dos de los principales requisitos son una elevada productividad, sostenible en el tiempo, y potencial científico expresado en doctores, maestros en ciencias y especialistas de posgrado que debe constituir al menos el 15 %.
Aunque la alta tecnología comúnmente tiende a asociarse con las empresas que desarrollan u operan con las más novedosas como la biotecnología y la informática y la robótica, la categoría es aplicable a todos los sectores de la economía siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I), y de producción y comercialización.
Figuran en su relación en el país el Centro Nacional de Biopreparados (Biocen), el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Centro de Inmunología Molecular (CIM) y la Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados (Citmatel).
El anuncio de la categoría al Finlay ocurrió durante la ceremonia de entrega del registro sanitario de las vacunas cubanas anticovid Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, que otorgó el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), autoridad reguladora del país. (Tomado de Agencia Cubana de Noticias)