Al sur

¡Pégate al agua, Felo!: 47 años del horrendo crimen de Barbados (+ Fotos y Posts)

Santa Cruz del Sur, 6 oct. – La indignación ante hechos de terrorismo de Estado contra Cuba apoyados por los gobernantes de Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), continúa vigente. Hoy se cumplen 47 años del horrendo crimen a las 73 personas que viajaban en la aeronave de Cubana de Aviación.

El avión del tipo Douglas DC-8 efectuaba el vuelo CU-455 con destino a Jamaica, tras haber despegado en horas del mediodía del aeropuerto de Barbados. Una explosión conmovió a los pasajeros, piloto y copiloto. Minutos más tarde la nave encendida cayó al mar.

Allí viajaban guyaneses, norcoreanos y el equipo de esgrima de la Isla que había ganado el Campeonato Centroamericano en Caracas. La alegría de las muchachas y muchachos debió haber sido inmensa. Llegar a casa, abrazar a la familia para compartir el entusiasmo sería su propósito.

Pero el odio se alzó en “cuerpo” satánico. Ahijado a este, el connotado terrorista Luis Posada Carriles y sus compinches, quienes fueron los responsables de cejar para siempre los sueños de vidas inocentes con el fin de provocar sufrimiento a los hijos e hijas de este archipiélago.

En documento desclasificado por el Departamento de Estado norteamericano, se supo que la CIA conocía de antemano el acto criminal que realizarían sujetos de origen cubano, entre los que estaba presente Orlando Bosch.

¿Por qué lo permitieron?, tiene respuesta bien clara. Un socio de Bosch de apellido Castillo le dijo que se encargaría de fabricar las bombas para derribar el avión. Luego, los ciudadanos venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo se encargaron de colocar los artefactos en el interior de la nave.

En la despedida de duelo a las 73 víctimas del crimen de lesa humanidad, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó: “Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla”.

Todavía muchos familiares y amigos de los fallecidos recuerdan aquel audio guardado como memoria del hecho: ¡Pégate al agua, Felo, pégate al agua! Wilfredo Pérez Pérez, su piloto, tratando de mantener en el aire un avión herido de muerte cuando la segunda explosión sacó el timón de sus manos. Desde Cuba se reclama justicia.